El momento que vive el país en los últimos meses requiere abordar "una tarea inmensa y difícil en la que todos estemos comprometidos", aseguró Pedro Sánchez en su intervención de ayer en Gijón. Porque se trata de una situación que calificó como "crítica", que se está demorando "en exceso". Y por eso el secretario general de los socialistas afeó a los nuevos partidos que "hacen bandera de la regeneración" el hecho de que con sus vetos mutuos impidan precisamente esa regeneración y conduzcan "a la parálisis".

Como solución a un problema que lleva al "enquistamiento de los problemas de todos los ciudadanos" Sánchez abogó por una "fórmula transversal" para dar salida al bloqueo institucional y político, viendo qué puede aportar a ello cada grupo . Pero nunca "enrocándose en vetos cruzados", advirtió Sánchez antes de apelar a una reforma de la democracia representativa para que los ciudadanos puedan volver a confiar en las instituciones. "Regeneración" fue la palabra más empleada por el líder socialista en su intervención, en la que insistió en la obligatoriedad de fiscalizar la labor del Gobierno.