Cada vez hay más osos pardos en la cordillera Cantábrica y en consecuencia aparecen con más frecuencia osos muertos o heridos en Asturias. El hallazgo anterior al que se produjo ayer en Cangas del Narcea, fue en el pueblo de Faedo (Quirós) el pasado mes de marzo. La voz de alarma la dio un excursionista, que avisó a la Fundación Oso Asturias del suceso. Se trataba de un ejemplar adulto llevaba muerto al menos un mes. Anteriormente a este caso, hubo otro en mayo de 2015 en Somiedo: el de un esbardo de cuatro meses, que fue encontrado en un hayedo ubicado entre Campos de Gobias, La Llamera y Veigas. En ambos se determinó que murieron por causas naturales.

Los expertos advierten que estos casos irán a más. También los encuentros entre personas y osos. En este sentido, los biólogos piden adquirir pautas de comportamiento, como dar marcha atrás y actuar con calma ante un plantígrado. Sobre todo si es una hembra con crías o están en época de celo. Para que el animal perciba a un turista, los especialistas aconsejan hablar alto y mover los brazos, pero sin brusquedad.