El oso pardo, hallado muerto en Moal (Cangas del Narcea) el pasado día 9, falleció entre una y dos horas después de recibir el disparo. Así lo revela la necropsia realizada por la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León. En un primer momento se barajaba que el plantígrado pudiera haber estado más tiempo moribundo hasta que su cadáver fue encontrado por unos turistas en una cuneta, cerca de la entrada a la Reserva Natural Integral de Muniellos. Los especialistas consideran que joven macho, de 102 kilos de peso, murió entre las 6:00 y las 13:00 horas de ese mismo día.

El examen, dirigido por Juan Francisco García Marín, catedrático de Anatomía Patológica de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León, señala que el proyectil penetró por el costado izquierdo del ejemplar, a la altura de la duodécima costilla, y se alojó en el hígado "provocando una intensa hemorragia interna, que se produciría de forma progresiva, y posible shock hipovolémico". El cadáver del animal fue hallado sobre las 13:40 horas y trasportado a continuación a León. La necropsia fue realizada al día siguiente y en ella participaron veterinarios de la Dirección General de Recursos Naturales y del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Alimentario (Serida).