La crisis, la falta de motivación o la necesidad de incorporarse de forma inmediata al mercado laboral son algunos de los indicadores que explican porqué Asturias es una de las comunidades autónomas con mayor tasa de abandono en la etapa universitaria. No en vano, el último informe estadístico publicado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, relativo al curso 2014-2015, revela que un 18,5% de los universitarios asturianos abandona sus estudios a lo largo de los primeros cursos, mientras que un 7% cambió de grado entre el primer y el segundo año de carrera.
Estas cifras sitúan a la región en las seis primeras plazas del Estado en cuanto a abandono en la etapa de educación superior. Solo Baleares (23,6%), Canarias (22,6%), Cataluña (19,9%), Navarra (19,4%) y Andalucía (18,6%) presentan peores números que el Principado de Asturias.
En su análisis, el Ministerio emplea una cohorte de alumnos de nuevo ingreso del curso 2009-2010 cuando se implantó definitivamente el controvertido plan Bolonia en las universidades españolas así como los dos cursos posteriores, 2010-2011 y 2011-2012, con los estudios universitarios ya plenamente adaptados al Espacio Europeo de Educación Superior. Así, y siempre según los datos contabilizados por el Ministerio, en el primer año de Bolonia, abandonaban sus estudios uno de cada cinco estudiantes de nuevo ingreso. Ese porcentaje se redujo en casi seis puntos en solo dos cursos, pasando del 24,8% de 2009 al 18,5% de 2011, la promoción que este pasado curso académico debería haber completado el ciclo de educación superior. La tasa de abandono global en la universidad española retrocedió en este tiempo diez puntos. La Universidad de Oviedo, sin embargo, está ahora casi un punto y medio por encima de la media nacional cuando en 2009 esa diferencia era del 0,8.
Educación detalla dentro de las tasas de abandono en los estudios universitarios el porcentaje de alumnos que decide cambiar de titulación antes del segundo año y, en Asturias, esa tasa se sitúa, siempre según los datos del último curso analizado, es del 7%. Esa cifra también se ha mejorado respecto al primer curso de Bolonia evaluado por el Ministerio cuando los estudiantes que cambiaban de carrera tras su desembarco en la Universidad eran el 10%.
En lo que se refiere a los estudios de máster, la denominada etapa de posgrado, las cifras de la Universidad asturiana para el primer año de la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior son algo mejores, aunque el porcentaje acumulado de abandono en los dos cursos es del 16,9%, frente a la media nacional del 23,5%. Igualmente, en lo que se refiere a un cambio de máster, el informe concluye que un 2,8% de los alumnos optan por esta vía entre el primer y el segundo año. La media nacional, en este caso, es del 4,4%. En el grupo de alumnos de nuevo ingreso un curso posterior, el de 2010-2011, el abandono era del 15,1% mientras el 1,6% de los estudiantes optaron por realizar un cambio en el máster en el que se matricularon inicialmente. En este caso, la tendencia se invierte y la institución docente ocupa la cuarta posición en el conjunto de las universidades públicas españolas con menores tasas de abandono en estudios de posgrado. El pasado curso académico se ofertaban en Asturias un total de 2.062 plazas de máster, de las que 660 correspondían a la rama de Ciencias Sociales y Jurídicas, 800 a Ingeniería, 160 a Artes y Humanidades, 236 al área de Ciencias de la Salud y 206 más, de Ciencias.
Del otro lado, el Ministerio también evalúa en su informe del último ejercicio los resultados del aprendizaje, tanto en los estudios de grado como de máster. Y distingue entre la tasa de rendimiento, que responde a la relación porcentual entre el número total de créditos superados y el número total de créditos matriculados en el programa y la tasa de éxito, que es la relación porcentual entre el número total de créditos superados y el número total de créditos presentados a evaluación. Para los estudios de grado, la tasa de rendimiento se situó en el 73,3% en el curso 2013-2014 en la Universidad de Oviedo. En el caso de los másteres sube al 92,8%, casi tres puntos por encima de la media nacional de las universidades presenciales. Si se atiende en exclusiva a la tasa de éxito, los resultados suben al 83% en los grados y, prácticamente un cien por ciento, en los másteres (99,3%).
Estos resultados contrastan con un informe reciente del Consejo Social de la Universidad donde ya se planteaba la necesidad de mejorar la formación previa con la que llegaban los estudiantes. Se identificaron un total de 153 materias "críticas", correspondientes al ejercicio 2013-2014, que representaban el 12% de un total de 1.275. El informe detallaba que los estudiantes de Secundaria y Bachillerato que recibían las aulas de la Universidad asturiana llegaban con un bagaje intelectual escaso, una "deficiente formación previa" que "lastra sus resultados" y una "inmadurez intelectual" que, combinada con una dosis de "falta de motivación" y un "déficit de falta de capacidad de trabajo y esfuerzo" desembocaban en fracaso o en alguno de los casos de abandono antes citados. La mayoría de materias con menos de un 50% de aprobados son de Ingeniería.
