Los últimos autobuses a Oviedo, Gijón y Avilés salen del aeropuerto antes de que aterricen todos los aviones de la jornada. El Consorcio de Transportes de Asturias (CTA), ente público del Principado, mantiene el horario de las once y veinte de la noche para el vehículo que cierra el servicio diario a las principales ciudades de la región, pese a que el avión de Iberia Express que entró en abril en la ruta con Londres aterriza en Santiago del Monte cinco minutos después, y a que hay vuelos procedentes de Barcelona que toman tierra a las 23.35 horas. Las críticas de usuarios de las naves afectadas no se han hecho esperar.
Hay pasajeros que se quedan sin transporte público para salir del aeródromo en plena noche, viéndose obligados a coger taxis. Las tarifas a esas horas para ir a Oviedo o a Gijón superan los sesenta euros. Más de lo que cuesta, de media, el billete de avión entre la capital británica y Asturias. También hay usuarios del aeropuerto que se quejan de que los horarios de las salidas de los autobuses son demasiado rígidas. Y es que, a su juicio, deberían adaptarse a los retrasos que puedan acumular los aviones, siempre que estas demoras no sean demasiado elevadas.
Según indicó esta semana en la Junta la consejera de Infraestructuras, Belén Fernández, en 2015 utilizaron el servicio de autobuses lanzadera del aeropuerto un total de 150.000 viajeros y en lo que va del presente año se está registrando un incremento del 10% en el número de usuarios. Pese a ello, ni dos de cada diez pasajeros de Santiago del Monte acceden o salen de la terminal utilizando este servicio público. La Administración autonómica, a través del Consorcio de Transportes, paga a la empresa concesionaria (Alsa) en torno a medio millón de euros anuales. Hay autobuses cada hora, desde las seis de la mañana a las once y veinte de la noche, y el billete cuesta ocho euros.
El trayecto con Oviedo es directo, sin paradas intermedias, pero los autobuses de Gijón se detienen en Piedras Blancas, Salinas y Avilés.
La Consejería de Infraestructuras, cuya titular, Belén Fernández, es la presidenta del consejo de administración del Consorcio de Transportes, no se ha definido sobre posibles cambios en los horarios de los autobuses del aeropuerto. La empresa que tiene la concesión carece de potestad para introducir modificaciones.
El único transporte público de uso colectivo del aeropuerto de Asturias es el autobús, ya que la conexión ferroviaria, que estaba incluida en el proyecto de metrotrén presentado en 2001 por el Ministerio de Fomento, nunca llegó a ejecutarse.
El plan de marketing que tiene en vigor el aeropuerto defiende el proyecto para enlazar la terminal con las principales ciudades asturianas a través de un sistema de trenes-tranvía. El documento, que ha recibido el visto bueno de los responsables del gestor Aena, establece que este servicio frenaría, aunque solo sea en parte, la más que previsible pérdida de competitividad del servicio aéreo frente al ferrocarril, una vez que entre en servicio la variante de Pajares y el desplazamiento en tren a Madrid quede por debajo de las tres horas y media.
El plan regional de infraestructuras para los próximos años analizado las tres opciones incluidas en un estudio encargado por el Principado para la conexión por tren del aeropuerto. La conclusión de los expertos que han redactado el documento es que el número de pasajeros que se podrían captar es insuficiente para dar por buena la construcción del acceso ferroviario. Y ello pese a que hay un apeadero situado a menos de tres kilómetros de la terminal. En todo caso, el Gobierno regional no descarta que el gran corredor mixto de viajeros y de mercancías que se plantea para la mejora de la línea de la antigua Feve por la Cornisa de Ferrol a Irún incluya un ramal para el aeropuerto.
