"La ingeniería es el motor de crecimiento económico", aseguró ayer el presidente de la Real Academia de Ingeniería, Elías Fereres Castel, durante la inauguración en Oviedo de los actos de homenaje a los ingenieros Luis Adaro y Magro y Jerónimo Ibrán y Mulá. Y ofreció la colaboración de la institución que preside para ayudar a buscar soluciones en un momento complejo como el actual. El presidente del Principado, Javier Fernández -ingeniero de minas- defendió la industria como principal foco de riqueza y alertó de que "España necesita urgentemente una política industrial sólida y sostenida".

El presidente de la Real Academia de Ingeniería señaló que la razón de ser de la ingeniería se define en pocas palabras: "creando soluciones para la gente y la sociedad". Explicó que es transversal, porque afecta a todas las actividades de desarrollo económico y al bienestar social.

Fereres Castel explicó que el contexto actual es parecido al que se vivió a mediados del siglo XIX, aunque ahora con cambios de naturaleza global, pero que afectan a todos los estamentos de la sociedad.

Por todos los motivos esgrimidos en sus explicaciones, el presidente de la Real Academia de Ingeniería puso a disposición de las administraciones públicas el trabajo de la institución que encabeza. "Es una tradición que no existe en España aunque en otros países esta colaboración es habitual", afirmó.

El jefe del Ejecutivo asturiano aprovechó ayer su participación en los actos de la Real Academia de Ingeniería para hacer una convencida defensa de la industria como salida a la recuperación económica. Remarcó que los ingenieros Luis Adaro y Magro y Jerónimo Ibrán y Mulá fueron "dos de los grandes constructores de la identidad industrial" de Asturias, y que aportaron a la región "conocimiento, talento e iniciativa para promover el desarrollo económico". En este sentido, y salvando las distancias temporales y los cambios con la sociedad actual, Javier Fernández lamentó que ahora "los mejores" rechacen dedicarse a la vida pública al parecerles "incómoda, desagradable y frustrante", e hizo un llamamiento a la reflexión.

Pero el presidente del Principado centró su discurso en la industria, porque "un modelo económico poco enraizado, sin anclaje industrial, es volátil, endeble". Y añadió que "una recuperación que volviese a sustentarse en la demanda turística y en el auge inmobiliario tendría, una vez más, los pies de barro".

Por eso, afirmó que "España necesita urgentemente una política industrial sólida y sostenida que favorezca un cambio de modelo económico que nos libre de estar sometidos a los vaivenes turísticos y al bombeo inmobiliario". Fernández aprovechó para cargar contra el Gobierno del PP, por el abandono al que tiene sometido a Asturias, porque sigue sin resolver la tarifa eléctrica, mantiene una política "agresiva" contra la minería del carbón y comunicaciones "vertebrales" como la Variante de Pajares pagan la falta de inversión.