La convocatoria del plan de retorno del talento investigador expiró el pasado 15 de septiembre sin recibir ninguna solicitud. Dado el fracaso, el Principado "redoblará los esfuerzos" para estimular el regreso de los profesionales asturianos emigrados y abrirá un nuevo plazo de ayudas. "No sabemos qué pudo fallar; se hizo una gran difusión", aseguró el consejero de Empleo, Industria y Turismo, Francisco Blanco, en respuesta a una pregunta planteada por la diputada de Podemos Lorena María Gil en la Comisión de Empleo de ayer. "Tenemos que reflexionar, pero ya adelanto que volveremos a sacar una convocatoria", agregó.

Este plan está dotado de 622.500 euros de 2016 a 2018 y sufraga el ochenta por ciento del coste del trabajador durante ese periodo, un máximo de 40.000 euros anuales. Exige un contrato máximo de dos años, una retribución mínima de 30.000 euros brutos al año y que el beneficiario tenga el título de doctor, así como una experiencia de al menos cinco años en actividades de I+D+i. "Creemos que el problema no es la cuantía, pues cubre una parte importante de los costes del investigador ni tampoco la difusión", señaló el Consejero, que enumeró con detalle la difusión que se hizo del plan.

De hecho, el Principado habilitó una plataforma digital a través de la web de la Fundación para el Fomento en Asturias de la Investigación Científica Aplicada y la Tecnología (Ficyt), en la que se ponía en contacto a los investigadores con las empresas de la región. "Veintitrés se inscribieron en la plataforma, pero es evidente que no llegaron a un acuerdo", lamentó Francisco Blanco. El Consejero explicó que el proyecto se difundió también en varias reuniones con la Federación Asturiana de Empresarios (Fade) y con Compromiso Asturias XXI. "Es un plan piloto, lo volveremos a intentar", dijo Blanco, que pidió la colaboración de la oposición. La diputada de Podemos Lorena Gil sostiene el proyecto de retorno talento es muy similar al programa "Jovellanos" que se desarrolla desde 2011 y de ahí el revés en esta convocatoria. Desde las filas de la formación morada entienden que "los investigadores deberían tener asegurado un futuro mínimo que incluya una evaluación intermedia para determinar su posible continuidad". Asimismo lamentaron el "fracaso" de este proceso e instaron a "abrir una reflexión para enfocar de manera adecuada un plan de estas características".

Gil recordó la apuesta de su formación por un plan de retorno del talento "con unos objetivos claros", que tome en consideración las necesidades de las empresas asturianas y que resulte atractivo para aquellas personas que están desarrollando su carrera en el exterior.