Actuar con responsabilidad ante el medioambiente incluye hacer un buen uso del inodoro. Toallitas húmedas, bastoncillos, compresas y otros productos de higiene personal se convierten en un "monstruo" en las cloacas, atascando alcantarillas y depuradoras.

La empresa asturiana Asturagua, que se dedica a labores de abastecimiento y depuración en numerosos concejos del Principado, se ha adherido a una campaña de la Asociación Española de Abastecimiento de Agua y Saneamiento (AEAS) que persigue evitar los problemas medioambientales y económicos derivados de las obstrucciones y daños que se producen en los equipos de las redes de alcantarillado y estaciones depuradoras.

Estos son algunos consejos que te ayudarán a contribuir a la defensa del medioambiente y la sostenibilidad de los servicios de depuración.

·Por el inodoro sólo deben desecharse la orina, las heces y el papel higiénico.

·Jamás tires al váter toallitas húmedas. Actualmente, todas las toallitas y productos de higiene personal deben estar claramente etiquetados como "No tirar al inodoro" y desecharse en la papelera o en la basura.

·Hasta ahora existían productos con la etiqueta de "aptos para tirar por el inodoro", según la opinión de los fabricantes. Pero dados los problemas que este tipo de material causa en las alcantarillas deberán etiquetarse de manera provisional como "No tirar por el inodoro" hasta que se acuerde un estándar técnico con el sector del agua.

·Los productos de higiene personal deben proporcionarte información clara y concisa sobre cómo desecharlos.

·Quizás en un futuro, el uso de nuevos materiales permita que algunos productos puedan acabar en el váter, pero las empresas de abastecimiento y saneamiento aún tienen que desarrollar un estándar técnico, en el marco de la norma ISO.

·Aunque aún no hay una norma detallada, los requerimientos básicos serán que el producto se fragmente rápidamente, no flote y no tenga plásticos; además, sólo podrá estar compuesto por materiales que se degraden fácilmente en entornos naturales diversos.

Un total de 170 empresas de 14 países, entre ellas la asturiana Asturagua, se han unido a un proyecto que trata de combatir el deterioro ambiental que causan estos productos.

En ocasiones, una decisión en apariencia tan intrascendente como pensar en qué tirar o no al váter puede contribuir a ayudar a que el ciclo del agua sea más sostenible.