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Desarrollo Rural reconoce una "pérdida significativa" de la centaura en Somiedo

La segadora destruyó una de las pocas colonias que quedan de la planta

La centaura, una planta endémica de Asturias de la que tan solo se conservan 27 poblaciones en Teverga, Belmonte de Miranda y Somiedo, corre alto riesgo de desaparecer. En un informe solicitado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Grado, la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales reconoce que los desbroces denunciados en La Malva (Somiedo) provocaron una "pérdida significativa" de ejemplares así como de su "banco de semillas natural". La segadora también causó "afecciones importantes" en su hábitat, considerado por la Unión Europea de "prioritaria protección".

Según el informe remitido al diputado de IU Ovidio Zapico, la centaura habita en lugares húmedos de naturaleza calcárea como paredes rezumantes. Una de las zonas donde medra esta planta son los "manantiales petrificantes con formación de toba -roca caliza muy porosa-", que en Asturias es muy escasa y que la UE protege de forma especial. Se da la casualidad de que las poblaciones más importantes de centaura están en el concejo de Somiedo, donde se localiza este hábitat. Por tanto, el daño sobre la especie es doble, ya que dificulta su regeneración en una de las colonias más relevantes de la región.

El Fondo para la Protección de Animales Salvajes (Fapas) denunció el pasado abril la destrucción de ejemplares en La Malva tras ser arrasados por las máquinas desbrozadoras. A raíz de ello, el Juzgado solicitó a Recursos Naturales un informe en el que se evaluase el estado de la especie. El Gobierno regional reconoce que la planta, cuyo nivel de protección elevó en agosto el Ministerio de Medio Ambiente al incluirla en el catálogo nacional de especies amenazadas en la categoría de vulnerable, estaba bien conservada en Somiedo antes de los hechos denunciados.

Por si fuera poco, los servicios de mantenimiento en la zona se hicieron sin el consentimiento de la Consejería. La normativa señala que los desbroces no necesitan autorización siempre y cuando no superen los cinco metros de ancho a cada lado y "no afecten a especies protegidas o hábitats de interés comunitario", como es el caso.

El diputado Ovidio Zapico sostiene que "es necesario extremar la precaución en cualquier labor de mantenimiento de carreteras donde existan colonias de esta planta o de cualquier otra especie protegida". Porque, indica, "esa es la única manera de que Asturias siga, de verdad, haciendo honor al lema de paraíso natural".

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