La directora del Teatro Jovellanos, María Teresa Sánchez, declaró ayer en el Tribunal Superior de Justicia que fue el Servicio de Información de la Policía quien la avisó de que iba a haber una concentración propalestina en protesta por la actuación de una compañía israelí. "No me preocupé, porque ya había pasado antes y siempre son un grupo de personas que se manifiestan pacíficamente".

Pero aquel 24 de julio pasó. Según su relato, llegó al teatro un rato antes de que empezara la actuación y vio que había más personas de lo habitual, y que había miembros de Izquierda Unida, también de Podemos y banderas del Partido Comunista. "Vi que se acercaban cada vez más. Fui a hablar con Montes Estrada para pedirle que no se pusieran delante de la puerta, pero me dijo que iba a gritar para que entraran al teatro e impedir el espectáculo". Después, él y su mujer entraron y "ella empezó a gritar y a insultar a los de la compañía israelí. Fue cuando llamé a la Policía". Montes Estrada y su mujer salieron del edificio. "Vi a la policía contra la pared y luego que avanzaba; la gente no podía entrar, y algunos, entre ellos niños, lloraron de los nervios".