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El tren acelera su declive en Asturias y pierde 335.000 usuarios más este año

Feve se deja 168.561 viajeros tras oleadas de cancelaciones y retrasos, mientras Renfe, lastrada por la estación de Gijón, resta 166.880 pasajeros

El tren acelera su declive en Asturias y pierde 335.000 usuarios más este año

El tren de la decadencia no frena. Los servicios de cercanías de la región, que siguen una trayectoria descendente desde hace ya una década, acentúan su declive en este 2016, al perder entre enero y julio 335.441 viajeros con respecto al mismo periodo del año precedente. La crisis estrangula la vía de la antigua Feve, en situación casi desesperada y que cerrará este ejercicio por debajo de los dos millones de pasajeros, pero también aprieta a Renfe, lastrada por el traslado de la estación de Gijón desde la plaza del Humedal a la calle de Sanz Crespo y que se mantiene a duras penas por encima de los 5 millones de usuarios, cuando hace apenas un lustro se acercaba a los 8 millones de clientes.

Las últimas cifras conocidas hablan bien a las claras del desplome de los trenes de cercanías en Asturias, pese a que la región tiene la malla ferroviaria más tupida de España y una notable cartelera de servicios. En el caso de la ya extinta Feve, el retroceso es de 168.561 pasajeros, pasando de 1.358.684 a 1.190.123 usuarios en los primeros siete meses del año. La caída en este periodo ya iguala a la registrada durante todo 2015 y hace que la vía estrecha de la región tenga hoy menos de la mitad de los usuarios que subían a sus trenes hace una década.

De los 4,86 millones de clientes de 2006 quedan ahora apenas dos millones. La espectacular oleada de retrasos y de cancelaciones de mayo y junio, que parece haberse superado con el refuerzo de personal decretado por la compañía, han contribuido al desplome de un servicio que sufre graves carencias en la infraestructura, el material móvil y la explotación, según exponen los ferroviarios consultados.

Aunque con un nivel de usuarios muy superior a las de las líneas de Feve, las cercanías en ancho ibérico (Renfe) también están en caída libre. En los primeros siete meses de este año sumaron 2.880.712 viajeros, cuando en el mismo periodo de 2015 lograron 3.047.592, lo que supone una pérdida de 166.880 clientes. Los ferroviarios achacan este declive al traslado de la estación de Gijón, que ha perdido centralidad en la calle Sanz Crespo, y a la escasez de servicios directos entre las grandes ciudades.

Las líneas de Renfe en la región han perdido 1,1 millones de viajeros desde que la terminal de Gijón salió de la plaza del Humedal, en 2011. La velocidad media de los trenes entre Oviedo y Gijón, la mayor parte de ellos con numerosas paradas intermedias, no llega a los 60 kilómetros por hora y eso lastra la competitividad del servicio.

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