El divorcio entre las bases del PSOE en Gijón y los cargos institucionales u orgánicos del partido se constató en la asamblea extraordinaria que se celebró ayer en su sede. Fueron cuatro horas y media de debate, con 59 intervenciones, la mayoría de ellas abogando por el no a Mariano Rajoy, y con reacciones bien distintas de la mayoría de asistentes ante quienes hablaban a favor de la abstención y quienes se pronunciaban en contra. En esta impresión coincidieron ayer tanto partidarios del no como varios de los que defienden la abstención.

El grado de división interna no se puede cuantificar, dado que no hubo votación alguna. Partidarios del no a Rajoy, llegaron a plantear que se votara una resolución instando la convocatoria inmediata de un congreso extraordinario y primarias, algo que desestimó la mesa de la asamblea por no estar contemplado en los estatutos. El orden del día no preveía votación alguna. Quien entregó a la mesa esa propuesta de resolución, fue el histórico Tino Antuña, exsecretario general del SOMA entre 1974 y 1977, quien además tuvo ayer una de las intervenciones más emotivas, que terminó entre lágrimas.

La gestora del PSOE de Gijón, que preside el edil José María Pérez, va a trasladar a los órganos regionales del partido la existencia de "opiniones plurales" en el seno de su agrupación. Pérez resaltó que aunque "es una obviedad que los ánimos en el PSOE están agitados, la asamblea se celebró en un clima tranquilo de discusión y exposición de argumentos" e indicó que hubo un punto de coincidencia entre los partidarios de una u otra opción; el rechazo a la imagen proyectada por el partido con lo acontecido la semana pasada en Madrid. Pérez abrió la asamblea defendiendo que el peor escenario sería la repetición de las elecciones, tal como sostiene la gestora federal, encabezada por el presidente del Principado, Javier Fernández, quien tiene su ficha de militante en Gijón aunque ayer no acudió a la asamblea. Acudieron a la misma algo menos de 300 militantes -de los 1.250 que están dados de alta en Gijón-, que abarrotaron el salón de actos y la antesala de la Casa del Pueblo.

José María Pérez señaló que quien tendrá que marcar la posición del PSOE es el Comité Federal y que aunque ayer no estuviera prevista ninguna votación en la asamblea, "si algún grupo de afiliados quiere transmitir un mensaje concreto, le daremos cauce" hacia los órganos que corresponda. El presidente de la gestora gijonesa reconoció que hubo más intervenciones a favor del no a Rajoy que de la abstención, pero opinó que de ahí no se puede concluir que la mayor parte de la militancia esté en la misma linea.

Otras fuentes destacan la gran ovación que recibió María Luisa Carcedo tras una intervención en la que apeló a la dignidad para mantener el no a Rajoy y, de esa forma, conservar la confianza de los ciudadanos en el PSOE, que acudió a las elecciones con un mensaje claro en ese sentido. Algunos de los intervinientes también criticaron lo que consideran que fue un "acoso" a Pedro Sánchez para echarlo. Las fuentes consultadas consideran que el Comité Federal aprobará por mayoría un cambio de postura respecto a la investidura, asumiendo la abstención. La cuestión será cómo se gestiona eso "con la militancia en contra", añaden.

Algunos militantes aprovecharon ayer la asamblea para recoger firmas. Izquierda Socialista está recogiéndolas para que el sentido del voto en el Congreso se decida en un referéndum entre las bases, mientras que leales a Pedro Sánchez las recogen para solicitar que se convoque ya un congreso extraordinario del PSOE.

Entre quienes ayer intervinieron a favor de la abstención, figuran el senador Vicente Álvarez Areces, el diputado Antonio Trevín, la diputada autonómica Carmen Eva Pérez y nombres de peso como Santiago Martínez Argüelles y Francisco Villaverde.

Otro de los cargos que intervino fue el edil José Ramón García, quien antes defendía el no a Rajoy y que ayer explicó su cambió de postura, al temer que unas terceras elecciones pasen factura al PSOE, dada su situación interna.

Las intervenciones a favor del no procedieron en su mayoría de militantes de base, incluyendo a históricos como Tino Antuña y Ángeles Flórez "Maricuela". Exconsejeros autonómicos como Ana González y Faustino Blanco y exconcejales como Manuel Muruais y Daniel Gutiérrez Granda, fueron otras de las voces críticas con el viraje del PSOE hacia la abstención.