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JOSÉ ÁNGEL ARBESÚ PRIETO | Jefe de la Unidad de Coordinación de Salud Mental

"Nadie está libre de sufrir un trastorno mental ante algunas situaciones"

"El 80% de los pacientes se sienten discriminados; por eso muchas personas se callan aunque tengan problemas"

José Ángel Arbesú Prieto, ayer, durante su intervención en el acto organizado por AFESA. LUISMA MURIAS

José Ángel Arbesú Prieto tiene más de 39 años de ejercicio profesional a sus espaldas. Miembro del comité de redacción y seguimiento de la estrategia nacional de salud mental del Ministerio de Sanidad, tiene una amplia experiencia en Atención Primaria -es médico de familia-, y coordina el grupo de salud mental de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). Desde hace unos meses es el jefe de la Unidad de Coordinación de Salud Mental del Principado. Ayer aprovechó un acto de la celebración del Día Mundial de Salud Mental, organizado por la Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (AFESA), para presentar el plan regional 2015-2020.

-¿De qué se está hablando cuando se trata de trastornos mentales?

-Están los comunes, que son la ansiedad y la depresión, que pueden ser tratados y atendidos convenientemente en atención primaria, donde hay buenos profesionales. Y luego están los más graves, como son la esquizofrenia, el trastorno bipolar y en el caso de la infancia, el autismo.

-¿Cuál es el índice de afectación en Asturias?

-La región está en la media. Se calcula que un 25% de la población sufrirá trastorno mental en algún momento de su vida.

-¿Por qué causas?

-Pues están los trastornos de adaptación, que puede surgir cuando se sufren situaciones que pueden resultar dramáticas para una persona, por ejemplo, la muerte de un ser querido, por una separación o un divorcio, por estar en el paro, por un desahucio... Nadie está libre de sufrir un trastorno por una situación determinada.

-¿Y en los casos más graves?

-La incidencia de los casos más graves es de uno o dos casos por cada 1.000 habitantes. El problema es que se vuelven enfermedades crónicas. Hablamos de problemas de salud pública. La esquizofrenia, el alcoholismo, el bipolarismo, suponen el 33% de discapacidades de todas las enfermedades discapacitantes.

-¿Cuenta Asturias con suficientes recursos para atender estas enfermedades?

-La ratio de psiquiatras y enfermeras está bien, por encima de la media. Estamos algo bajos en el de psiquiatras, pero está previsto en el plan de Salud Mental 2015-2020 la incorporación de 19 especialistas. Los recursos son limitados, pero se está trabajando mucho y bien. El plan no es muy ambicioso, pero sí es muy realista para que nos permita mejorar.

-¿Cuál es la estrategia?

-La promoción y prevención juegan un papel muy importante en la erradicación del estigma. Pero hay que incidir en la coordinación de los recursos, la atención, la formación e investigación y los sistemas de información para monitorizar todos los datos con los que contamos.

-Habla en su intervención de la importancia de la prevención.

-Está la prevención primaria. En este sentido hay un hecho relevante, que es el consumo de alcohol y drogas en jóvenes. No son conscientes de la percepción del riesgo que tiene. Luego está la prevención secundaria, que tiene que ver con el diagnóstico precoz. Aquí debemos realizar un trabajo intensivo con niños que sufren autismo, que es el trastorno más grave. Y por último está la prevención terciaria, la atención específica para retrasar la progresión de la enfermedad y limitar el grado de incapacidad.

-Uno de los graves problemas que sufren estas personas y que denuncian sus familias es la estigmatización.

-La lucha contra la estigmatización de estas enfermedades es muy importante. A estas personas se les deben de reconocer los mismos derechos y oportunidades que a los demás. El 80% de los pacientes se sienten discriminados. Por eso muchas veces las personas, aún siendo conscientes de que tienen un problema, se callan, no lo cuentan.

-Hace usted hincapié de la necesidad de coordinación.

-Se tiene que aplicar un modelo organizativo de trastorno mental grave. Hay que afrontar estas situaciones de manera multidisciplinar, con psiquiatras, psicólogos, rehabilitadores...

-Juega ahí un papel fundamental la Atención Primaria.

-La que tenemos en Asturias es de las mejores del país. Los profesionales tienen sobrecarga, pero debemos conseguir que atiendan el enfermo de un trastorno mental común como a un diabético o a un hipertenso, en los casos leves y moderados. Pero no sólo eso. Debemos coordinarnos también con otras instituciones, desde la educación hasta las instituciones penitenciarias. Debemos promover actuaciones destinadas a la empleabilidad, porque la reinserción laboral es muy importante.

-¿Y la vivienda?

-Contamos con pisos de inserción social. Para ello trabajamos codo con codo con la Consejería de Servicios y Derechos Sociales para tener pisos de Vipasa -la sociedad pública de Vivienda del Principado-. Se nos exige que los arreglemos y a cambio nos permiten utilizarlos para que estas personas puedan vivir de manera autónoma.

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