Los cruentos atentados yihadistas de París en la noche del 13 de noviembre de 2015 marcaron también un giro en la terminología con la que los países que integran la lucha antiterrorista en Europa y Estados Unidos se refieren a los terroristas. Así, dejaron de denominarlo Estado Islámico y empezaron a llamarlo Daesh, un término absolutamente peyorativo para los terroristas, hasta el punto que han amenazado con cortarle la lengua a cualquiera que utilice esta palabra. Es más, se constató que torturaron a un niño con sesenta latigazos por pronunciarla.

Con Al-Baghdadi este grupo se denominaba Estado Islámico de Irak (ISI), pero en 2013 cambió, cuando se declaró la guerra en Siria y los yihadistas conquistaban territorios. Entonces se declaró el califato islámico, y se autoproclamó Estado Islámico en Irak y al-Sham (nombre histórico y de Siria y Líbano). Al-Baghdadi era el califa, y por tanto el líder político y espiritual.

Esta denominación fue considerada una afrenta para los estados árabes, que nunca le reconocieron y que empezaron a denominarlo Daesh, porque decir Estado Islámico (IS) era tanto como legitimar su existencia.

ISIS es el acrónimo de Estado Islámico de Irak y Siria, por sus siglas en inglés.

Daesh es una transliteración del acrónimo árabe de las mismas palabras que componen ISIS. Pero según cómo se conjuguen puede significar "algo que aplastar o pisotear", "intolerante" o "el que siembra la discordia", según los expertos.

Para los terroristas, utilizar Daesh es una afrenta, porque supone no reconocerles como Estado.

Fue el presidente francés François Hollande el que comenzó a usar el término Daesh tras los atentados en París, al describir la cadena de ataques como "un acto de guerra cometido por el ejército terrorista Daesh".

El Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, confirmó posteriormente que había "una conjura entre todos los ministros de Asuntos Exteriores de la UE y de la coalición de llamarle Daesh", porque la palabra Estado tiene una connotación positiva que no puede ser atribuida a los terroristas.