Las detenciones de Abdellah Ouelji en Gijón y de otro presunto yihadista, también el pasado martes, en San Sebastián, forman parte de una operación dirigida desde el Ministerio del Interior y de mayor alcance en la lucha antiyihadista, en colaboración con otros cuerpos y fuerzas de seguridad de otros países.

Cuatro hombres de nacionalidad marroquí fueron detenidos la pasada madrugada, dos de ellos en Ceuta y Altea (Alicante) y otros dos en las ciudades marroquíes de Tetuán y Castillejos, en una operación conjunta de las policías de España y Marruecos contra el terrorismo yihadista.

Los detenidos en Ceuta -un hombre nacido en 1982- y en Altea -nacido en 1978- y los arrestados en Tetuán y Castillejos, integraban sendas células yihadistas que actuaban de forma coordinada y en colaboración directa con la organización terrorista Daesh, según un comunicado del Ministerio del Interior.

Al igual que los detenidos en Gijón y San Sebastián, los cuatro arrestados ayer tenían alto nivel de radicalización y compromiso con el Daesh, añadió Interior. Aunque en este caso tenían una mayor implicación práctica, ya que se dedicaban al adoctrinamiento y envío de nuevos yihadistas a las filas de la organización terrorista, para lo que recibían instrucciones, apoyo logístico y material propagandístico de una unidad ("katiba") radicada en zona sirio-iraquí.

Según los investigadores, los dos detenidos en España habían jurado lealtad a Dáesh y mantenían comunicación directa, constante y fluida con reclutadores y dirigentes de la organización terrorista.

Fuentes policiales que el detenido en Ceuta tenía residencia legal en la ciudad autónoma.

La operación ha sido desarrollada por agentes de la Policía Nacional y de la Dirección General de Vigilancia del Territorio (DGST) de Marruecos, en colaboración con el Centro Nacional de Inteligencia. Las investigaciones ya se habían iniciado en 2014