El Ministerio del Interior tiene identificados más de 30.000 focos de radicalización musulmana en España, de los cuales sólo unos 300 están realmente vigilados. Asturias, con 210, es la provincia del Noroeste con mayor número de puntos de conflicto que pueden derivar en procesos de radicalización. Hablamos de locutorios, locales, oratorios, domicilios e incluso individuos sobre los que debería prestarse una atención especial, por el riesgo de fanatización. Los datos de este "mapa secreto" del riesgo yihadista han sido revelados por el periodista Ignacio Cembrero en su libro "La España de Alá" (La Esfera de los Libros, 2016).

La macrooperación policial que se ha saldado con un detenido en Gijón, otro en San Sebastián, dos más en Ceuta y Alicante y otros dos en Marruecos es la octava desarrollada en España con arrestos desde que se produjeron los crueles atentados de París el 13 de noviembre de 2015. Desde entonces y durante el año 2016 se han practicado un total de 120 arrestos en todos el territorio nacional, según los datos facilitados por el Ministerio del Interior.

El primero se realizó en la cárcel de Segovia, cuando fue arrestado un preso por captación y adoctrinamiento de nuevos terroristas. Según fuentes policiales, los centros penitenciarios representan un "foco peligroso" en el que la vigilancia debe ser continua.

La segunda operación antiyihadista se desarrolló en Barcelona y se saldó con el arresto de dos hombres y una mujer que presuntamente participaban en la captación y envío de nuevos terroristas para su incorporación en el Daesh. Otro hombre de nacionalidad marroquí fue detenido en Pamplona por su intento de integrarse en el Daesh.

Desde entonces se han sucedido las operaciones policiales con varias detenciones todos los meses. Las más llamativas fueron las del 13 de marzo de 2015, cuando fueron arrestados ocho presuntos miembros de la organización terrorista en Barcelona, Gerona, Ciudad Real y Ávila.

El 8 de abril de 2015 otras once personas fueron detenidas en Tarrasa, Sabadell, Sant Quirze del Vallés y Valls en una operación que, según la Generalitat de Cataluña, permitió evitar una célula yihadista con "voluntad real" de atentar.

La colaboración entre España y Marruecos ya permitió en agosto del año pasado detener a catorce personas en Madrid, y otras ocho en octubre en varias localidades españolas y en Casablanca, según los datos de Interior.