La Policía Nacional llevaba año y medio siguiéndole la pista a Abdellah Ouelji, el vecino de La Calzada de 34 años casado y padre de dos hijos al que Interior señaló el martes como una "pieza clave" del entramado propagandístico y de captación del Daesh. Los agentes vigilaron durante dos meses el domicilio familiar en el que hasta hace semanas residían los padres del acusado. Una vivienda situada en la calle Rosalía de Castro de El Natahoyo en la que se criaron el detenido y sus tres hermanos. La radicalización del acusado en los últimos días obligó a los agentes de la Brigada de Información de la Comisaría General de la Policía a preparar el dispositivo para su arresto.

Ouelji llevaba más de dos décadas residiendo en España con su familia. Hasta hace dos años nadie en su entorno había notado nada raro. La radicalización de este marroquí nacionalizado español empezó, de hecho, poco antes de que la Policía Nacional comenzara a investigar sus movimientos en redes sociales y los contactos que el ahora arrestado mantenía con los máximos responsables del grupo terrorista del autodenominado Estado Islámico. La investigación se intensificó en los últimos meses.

Los agentes pretendían con los dispositivos de control evitar que ocurriera como en otras localidades europeas y que la creación de "guetos" de población musulmana facilitaran la radicalización de estos extranjeros. El objetivo se consiguió al menos en parte. Fuentes policiales insistieron ayer en que la presencia en Gijón de uno de los máximos defensores en España del Estado Islámico debe ser vista como un "caso aislado".

Los agentes encargados de la investigación que el martes se desplegaron por La Calzada y El Natahoyo recogieron abundante documentación tanto en el domicilio del acusado -situado en la calle Venezuela-, como en el piso de su familia. Soportes informáticos y papeles en los que demostraría la participación del reo en la jerarquía del Daesh. Fuentes cercanas a la investigación señalan que el reo tenía hasta una marca en la cabeza provocada por los continuos golpes contra el suelo de los rezos si bien en la mezquita de Gijón negaban ayer que conocieran al reo.

El delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, pidió ayer extremar la prudencia a la hora de hablar de la detención de Ouelji porque "no se pueden dar pistas sobre las investigaciones". También señaló que "el mundo no puede sorprenderse" de la presencia de yihadistas "en cualquier lugar". Y esta detención es un ejemplo de que "Asturias es segura, pero no se puede levantar la guardia".

El consejero de Presidencia del Principado, Guillermo Martínez, señaló que el Ejecutivo fue informado de la detención por la Delegación del Gobierno con la que mantienen "un contacto permanente". Y pidió prudencia por seguridad.

Fuentes conocedoras de la investigación negaron ayer que la detención de Abdellah Ouelji tenga algo que ver con la celebración de los premios "Princesa de Asturias" la semana que viene. De hecho, insistieron en que estas operaciones se deciden en Madrid y que, al menos en esta ocasión, ha tenido un ámbito mucho más amplio, ya que se han producido más detenciones en Ceuta y Altea (Alicante) y en las ciudades marroquíes de Tetuán y Castillejos.

Abdellah Ouelji fue trasladado de Gijón a la Jefatura Superior de Policía de Asturias, ubicada muy cerca del hotel de la Reconquista, donde tradicionalmente se alojan los Reyes y los galardonados con los Premios. El detenido fue conducido al complejo hospitalario de Oviedo tras informar a los agentes que se encontraba mal.