El presunto líder islamista gijonés se dedicaba a divulgar en redes sociales las virtudes del Daesh, "victorias militares, logros sociales y demás supuestos méritos, claramente maquetados para su atractiva difusión masiva".

El objetivo de este vecino de La Calzada era claro: apuntar nuevos mártires a la causa y enviarlos al combate en Siria. Desde la Policía Nacional destacan que algunos de los contenidos colgados en internet por el acusado eran "extremadamente radicales y de demoledora crudeza". Y lo hacía siguiendo la estrategia del Estado Islámico "para la difusión del denominado terror informativo entre la sociedad occidental". De hecho, Ouelji llenó su página en Facebook de mensajes en árabe defendiendo la religión.

En los vídeos difundidos por este marroquí "se humillaba a las víctimas" del grupo terrorista. El detenido tenía su centro de operaciones en su domicilio y en el de sus padres. Más de diez horas emplearon ayer los investigadores en registrar ambas viviendas, de las que las agentes salieron con abundante documentación y equipos informáticos. Primero registraron el piso familiar de la calle Rosalía de Castro, de El Natahoyo, para posteriormente desplazarse a la vivienda que el acusado compartía con su mujer y sus hijos desde hace unos cinco años en el número 14 de la calle Venezuela, de La Calzada.

El Ministerio del Interior explicó a través de un comunicado que el marroquí afincado en Asturias "había creado una importante y organizada red de difusión virtual" y había establecido dispositivos de comunicación "que contaban con unas férreas medidas de seguridad destinadas a que su actividad terrorista pasara inadvertida y pudiera evitar su arresto". Este vecino de La Calzada disponía, por ejemplo, de un teléfono especial que le permitía enviar mensajes desde el anonimato y con el que intercambiaba información con los máximos responsables del Daesh, lo que mostraba su nivel de implicación en la causa terrorista del Estado Islámico.

La Policía no da por cerrada la investigación contra este grupo yihadista por lo que no se descarta que en las próximas horas se puedan producir nuevos arrestos en Asturias o fuera de la comunidad. Lo que parece claro es que no va a haber nuevos imputados dentro de la familia del detenido en El Natahoyo. El acusado tenía tres hermanos, todos ellos muy conocidos en la zona oeste en la que vivían y completamente integrados. A primera hora de la mañana, cuando aún no se había levantado la expectación que luego colapsó la calle Rosalía de Castro, una familiar trataba de defenderle. "No le notamos raro, ni estaba especialmente encerrado en su habitación en los últimos días. No nos dejan ni hablar con él y nos hemos llevado un susto muy gordo, pero lo que tenemos claro es que nunca ha hablado con esa gente, no tiene relación, no hay nada que esconder", declaró.

La mujer del arrestado por si vinculación con el terrorismo islamista pudo finalmente intercambiar unas palabras con el acusado cuando éste se encontraba participando en el registro policial de la vivienda que ambos compartían en el número 14 de la calle Venezuela.

Los investigadores tenían previsto enviar al reo a última hora de la tarde de ayer a la Audiencia Nacional si bien el detenido tuvo que ser previamente atendido en el ambulatorio ovetense de La Lila y en el Hospital Universitario Central de Asturias, en donde ingresó por petición propia. Los médicos del servicio de Urgencias descartaron que tuviera alguna dolencia importante.