Hasta tres kilómetros de caravana tuvieron que sufrir los conductores, en torno al mediodía y a primera hora de la tarde de ayer, debido al previsto corte de uno de los carriles de la autopista "Y" en sentido a Oviedo, a la altura de los enlaces de Lugones y La Fresneda, con el fin de reparar tres fracturas en la carretera. El corte de tráfico se produjo a las nueve de la noche de anteayer viernes, y ya entonces se registraron algunas retenciones, aunque la peor situación se viviría hacia el mediodía de ayer, en la franja de mayor volumen de tráfico durante los fines de semana.

Durante todo ese tiempo, se llevaron a buen ritmo los trabajos, consistentes, en una primera fase, en la demolición del firme en el tramo afectado, de 950 metros de extensión. En la noche de ayer estaba previsto que se extendiese la nueva capa de hormigón. La reapertura al tráfico se espera para las cuatro de esta tarde, dependiendo de que el hormigón haya curado y madurado lo suficiente para soportar el tráfico.

Según los conductores consultados y la Guardia Civil de Tráfico, la circulación no llegó a atascarse en ningún momento, y los vehículos pudieron moverse en todo momento, aunque de forma muy lenta. La Demarcación de Carreteras se decantó por realizar estos trabajos durante el fin de semana, a la vista del trastorno causado por los dos cortes anteriores. El hecho de que las obras afectasen a los enlaces de Lugones, con un importante volumen de circulación de vehículos pesados, también aconsejó la medida. A esta carretera le esperan nuevos trabajos. Este miércoles finaliza el plazo de ofertas para hacer tercer carril entre el enlace de Lugones y Matalablima, aunque no se adjudicarán antes de cuatro meses. Los trabajos, con un coste de 20,5 millones, causarán dos años de retenciones.