Son las dos de la tarde y Rosa Villa acude, como cada día, a recoger a su hijo Raúl al colegio. A las puertas del centro esperan otros dos padres, que completan el colectivo de progenitores de Trespando. Porque en el colegio público de la localidad sierense sólo hay cuatro alumnos, y dos son hermanas. Además de Raúl Blanco, el hijo de Rosa, estudian en el centro Aarón Fernández y Andrea y Aída de San Antonio. Ellos son la última promoción de Trespando.
Esta escuela forma en realidad parte del Colegio Rural Agrupado (CRA) de Viella, que concentra al alumnado de cuatro antiguas escuelas rurales, junto a las de Viella, Aramil y Faes (Valdesoto). Pero la de Trespando es especial por su imponente ratio de alumnos y profesores (con siete docentes completando la formación de los cuatro alumnos) y por el hecho de que, al ser todos los chavales de sexto curso de Primaria, y sin recambio generacional en el horizonte, el centro cerrará sus puertas al finalizar el presente año lectivo.
No siempre fue así. Mientras espera a que su hijo acabe la jornada lectiva, Rosa Villa recorre el edificio con la mirada. "Yo fui a este mismo colegio, ya ni sé cuántos años hace. Tengo ya 50...", reflexiona la sierense, que describe un centro muy distinto al actual: "Éramos veinte críos en un piso y otros tantos en el otro".
Eran otros tiempos, era otro pueblo. Trespando, vestigio del Siero minero, tiene actualmente en torno a doscientos habitantes. Nada que ver con lo que había en sus años de plenitud. En el interior de la escuela, en el primer piso del vetusto edificio, los alumnos apuran las clases de Lengua Asturiana que imparte Valentín Medina. El ambiente es inmejorable: los cuatro adolescentes cursan sexto de Primaria, por lo que ya llevan unos cuantos años compartiendo aula, y por su reducido número el maestro puede hacer un seguimiento personalizado de cada uno. "Son casi como clases particulares", explica Tere González, la tutora interina de los cuatro de Trespando.
Además de ella y de Medina, otros cinco profesores imparten clases en el centro: un profesor de Educación Física, otro de Inglés, otro de Música, otro de Religión y uno de Pedagogía Terapéutica. El cálculo, no obstante, tiene trampa: estos seis profesores, incluyendo a Medina, son en realidad especialistas itinerantes que trabajan en los centros del CRA.
Pese a las ventajas de este centro, probablemente el colegio con la mejor ratio profesor/alumno de Asturias, las aulas de Trespando no abrirán el próximo curso. "No hay casi niños en el pueblo, y de los que quedan muchos prefieren ir a un colegio con comedor o con las comodidades de un centro más grande", explican los padres, que piensan organizar una despedida a la altura del mejor cole.
