El Consejo de Gobierno del Principado dio ayer de paso un gasto de 450.000 euros para la redacción del plan que regirá los criterios de la movilidad en el área metropolitana central de Asturias con el horizonte situado en el año 2030. El propósito de la herramienta, que la Administración prevé construir tras un proceso participativo, es definir las soluciones para uno de los principales problemas del centro urbano asturiano, la absoluta primacía del vehículo privado como opción de desplazamiento. Las alternativas para "configurar un entorno urbano más amable y saludable", tal y como ayer las detalló la consejera de Infraestructuras, Belén Fernández, deben estar plenamente definidas a finales de 2018, pero antes de que concluya el próximo año "podríamos estar en condiciones de tener una versión inicial del modelo de movilidad para someterlo a la participación pública", asegura Fernández.

La idea de la Consejería es acometer el proceso mediante una gran encuesta, por un lado a un mínimo de 5.000 personas en sus domicilios y por otro "en las carreteras, en las grandes entradas del área metropolitana y en estaciones y aparcamientos de los grandes equipamientos". Fernández prevé involucrar en un grupo de trabajo a las otras entidades públicas implicadas, además del Principado la federación de concejos, Renfe, Adif y la Dirección General de Tráfico, con el propósito final de definir el gran viraje de la movilidad en el área central asturiana, que en la situación actual utiliza el coche para tres de cada cuatro desplazamientos.