Ernesto Schümperli, presidente de la división de hormigones de Sika, multinacional helvética centrada en las grandes construcciones, disertó ayer en Oviedo sobre su experiencia profesional en el recientemente inaugurado túnel suizo de San Gotardo, que, con sus 57 kilómetros de longitud, presume de ser el más grande del mundo. Este paso, con un presupuesto de 11.500 millones de euros, ha permitido reducir el tiempo de viaje de Zúrich a Milán en sesenta minutos, hasta dejarlo en dos horas y 50 minutos. En la imagen, el acto celebrado en el aula magna de la Escuela de Minas.