El ingeniero asturiano Vicente Luque Cabal, exjefe adjunto del Programa de Redes Transeuropeas de la Comisión Europea (CE), es el presidente de la Plataforma Tecnológica Túneles de Pajares, que ayer estrenó en Oviedo una serie de conferencias relacionadas con el gran paso ferroviario bajo la Cordillera.
-¿Qué pretenden con el ciclo de conferencias?
-Uno de nuestros objetivos es difundir algo que en Asturias se hace muy bien, las obras subterráneas. Tenemos una grandísima experiencia minera que se traduce ahora en todo tipo de actuaciones. En el túnel suizo de San Gotardo, que se acaba de inaugurar como el más largo del mundo, hay una imagen de Santa Bárbara en la embocadura, y hasta se celebraron misas en su honor dentro, lo que da idea de que, en cierta manera, también han concebido esa obra como si fuera minera. En Asturias tenemos excelentes centros de investigación, como el túnel de Anes, y escuelas de ingeniería. Mieres ha inaugurado, y con mucho éxito, el máster de Caminos, una especialidad en la que los túneles son una parte importante. Queremos difundir todo eso en colaboración muy estrecha con la Universidad, pero sin suplantar la labor de los profesores. Entiendo que sí podemos complementar la formación que ellos dan con nuestra experiencia y la de los profesionales que podemos movilizar.
-¿Se está aprovechando bien ese buen hacer y experiencia?
-A nivel individual, un asturiano está llevando en Seattle (Estados Unidos) el mantenimiento de la tuneladora más grande del mundo, en un túnel que desarrolla ACS, y otro asturiano y miembro de nuestra plataforma está trabajando en la nueva línea entre Birmingham y Londres, un grandísimo proyecto. Tenemos algunas empresas constructoras, como Coprosa. No es el caso de la energía eólica, donde hay grandes firmas regionales, pero sí podemos crear futuro para muchos jóvenes. Eso sí, en este sector tendrán que moverse por el mundo, ya que los grandes túneles se hacen fuera de España.
-La Variante está en el ojo del huracán por el incumplimiento de los plazos políticos. ¿Es injusto para los técnicos?
-Otro de nuestros objetivos es dar valor al gran avance técnico que supuso la ejecución de esos túneles. Es verdad que uno de los problemas serios ha sido el talud de Campomanes, que se hubiera evitado con un tramo subterráneo entre los dos túneles que limitan con el argayón. Sin embargo, hay que reivindicar lo que se ha hecho, porque supuso un gran reto superado con éxito.
-¿Pero no está tardando demasiado?
-Pajares no es una excepción. Todos los grandes túneles del mundo tardan muchos años. El de San Gotardo se empezó a planificar hace 50 años y se empezó a desarrollar en serio en 1992. En el caso de la Variante, hay que tener en cuenta que se financió con fondos comunitarios y que, como en el caso de El Musel, hubo que hacerlo en un plazo dado para no perder la oportunidad de contar con el dinero de la UE. Téngase en cuenta que, por ejemplo, ya no estamos en los fondos de cohesión. En Pajares deberían haberse hecho estudios previos más intensos, pero, a pesar de todo, la obra es una escuela técnica.
-¿Que más proyectos tienen relacionados con la Variante?
-Esperamos montar jornadas técnicas de mayor duración junto al Adif. Además, cuando se sepa con cierto detalle la fecha de inauguración del primer túnel, esperamos organizar un gran congreso internacional, implicando a la autoridades comunitarias.
