La diputada asturiana Adriana Lastra une su voz a las de Miquel Iceta y César Luena, que reclaman flexibilidad a la gestora sobre la abstención que desbloqueará la formación de Gobierno en España y evitará unas terceras elecciones. "El mandato imperativo ahondaría en la fractura en el seno del grupo parlamentario, el partido, los dirigentes y la militancia", valoró ayer la diputada, que forma parte del Grupo Socialista en el Congreso tras ser la cabeza de lista del PSOE en Asturias en las convocatorias electorales del 20-D y del 26-J.

El presidente de la gestora, Javier Fernández, recurrió al término "imperativo" el pasado domingo, cuando fue preguntado por la intención de los siete diputados del PSC y de, al menos, Susana Sumelzo, Odón Elorza y Margarita Robles de mantener el voto negativo a la investidura de Rajoy en contra de la resolución aprobada por el Comité Federal. "Creo que en este partido hay ahora una fractura muy grande. La gestora debería evitar que la fractura fuera a mayores", declaró ayer Adriana Lastra a LA NUEVA ESPAÑA. "Aplicar un mandato imperativo a la abstención ahondaría en la fractura en el seno del grupo parlamentario, en el partido, los dirigentes y en la militancia", subrayó la parlamentaria riosellana.

Adriana Lastra evitó extenderse en comentarios sobre la posibilidad del voto de conciencia, esgrimido por algunos de los diputados díscolos y se remitió a la reunión del Grupo Parlamentario Socialista que ayer por la tarde todavía no había sido señalada. El presidente de la gestora, el asturiano Javier Fernández, acudirá hoy a la una y media de la tarde a la ronda de consultas convocada por Felipe VI y la reunión del Grupo Parlamentaria podría tener lugar después.

Javier Fernández ya se extendió después del cónclave dominical de Ferraz sobre el alcance de la resolución adoptada por el Comité Federal para abstenerse en segunda votación, tras haber votado en contra de las políticas de Rajoy en la primera. "La resolución dice que el Grupo Socialista se abstendrá y abstenerse yo sólo lo entiendo en esos términos. Abstenerse no es irse o cualquier otra cosa, sino que los diputados del Grupo Socialista deberán abstenerse literalmente", recalcó Javier Fernández, quien avanzó que él mismo trasladará ese planteamiento a la dirección del grupo parlamentario.

Elena Valenciano, actualmente eurodiputada y que fue vicesecretaria general del PSOE, ya había defendido en los corrillos, incluso antes de que se produjera la votación decisiva, el carácter vinculante que tenía la abstención si para todos los diputados socialistas si finalmente prosperaba su resolución. Y estableció límites al "voto en conciencia", que sacó a colación Elorza. "Ese voto es más propio para cuestiones de ámbito moral como, por ejemplo, el aborto, pero ésta es una cuestión política", apuntó Valenciano. No obstante, admitió que había precedentes de ruptura de la disciplina de voto, en votaciones "ligadas a cuestiones territoriales", una de las últimas protagonizada por los diputados del PSC en la época de Alfredo Pérez Rubalcaba como secretario general del PSOE.