A los buñuelos y a los huesos de santo les ha salido un duro competidor: los dulces de Halloween, una costumbre importada de Estados Unidos y cada vez más asentada en Asturias. Algunos establecimientos llevan años haciendo estos postres temáticos aunque últimamente sus ventas han aumentato. "Aumentan las ventas porque se regalan galletas caseras o cupcakes con decoración de Halloween, la gente sale más a la calle y a los niños les encanta", nos explica Dulce Gutiérrez, dueña de un establecimiento hostelero de Oviedo. Su socia Natalia Rodríguez puntualiza "los niños cada vez celebran más fiestas en los colegios y los padres nos sumamos a las celebraciones".

En el establecimiento de Natalia y Dulce llevan años haciendo talleres de reposteria "los de Halloween son un éxito", dicen. La mayoría de los participantes son niños aunque también hay gente mayor que se apunta para aprender a hacer sus propios postres. "La elaboración es muy sencilla, solo falta imaginación. A lo mejor el resultado no es tan espectacular como los cupcakes que puedas ver en las fotos pero el sabor es el mismo", dice Dulce Gutiérrez.

La costumbre de pedir chuches por las casas, el famoso "truco o trato", todavía no se ha generalizado en Asturias pero la repostería de Halloween ha cruzado el charco