Tiene su propio nombre científico: "coulrofobia", miedo incontrolable a los payasos. La Policía española ha llegado a remitir unas recomendaciones para disfrutar de un Halloween tranquilo y la primera ya se refiere a las figuras que aterrorizan a medio mundo en una moda importada de Estados Unidos: individuos que se disfrazan de inquietantes payasos y causan pavor a todo aquel con el que se encuentran. "Sé más original, el disfraz de 'payaso diabólico' está muy visto", sugieren los agentes para evitar sustos desagradables.

Hay estudios que explican por qué los payasos nos asustan. Más que terror, causan inquietud. Un trabajo científico del pasado mes de marzo en la revista "News Ideas in Psychology" analizó profesiones que nos atemorizan y estableció las razones por las que nos asustan. La más votada por los participantes en el estudio fue precisamente la de payaso, seguida de la de taxidermista, propietario de sex-shop o director de funeraria.

Nos despiertan miedo aquellos seres que se asemejan humanos pero tienen un detalle que hace que no lo sean. O aquellos cuyo comportamiento no podemos predecir. Un payaso parece humano, pero sus rasgos no lo son: además, su manera de actuar histriónica y exagerada hace que escape a nuestro control. Marionetas, muñecos o robots son otro ejemplo de estas figuras que al asemejarse a nosotros de manera imperfecta desatan el miedo. El cine y la literatura se han aprovechado de este fenómeno: desde aquel "Pennywise" de Stephen King ("It") al títere "Billy" de la serie de películas "Saw".

Halloween puede ser motivo de sustos desagradables, más allá de los que puedan causar los disfraces. Por eso la Policía sugiere que los niños hagan su ruta en busca de chucherías en grupo y no se suban en coches de desconocidos. También los agentes recuerdan que es delictivo simular ser miembro de las fuerzas de seguridad aprovechando un disfraz muy realista. Y eso siempre, si bebes, no conduzcas.

También una empresa de seguridad ha lanzado recomendaciones para aquellos que dejen su casa vacía durante el puente. Básicamente, no publicar en las redes sociales que abandonas tu hogar o dejar aspecto de vivienda habitada durante la ausencia.