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La leche asturiana, apenas contaminada, es la más sana de Europa, dice un estudio

Una investigación revela que las ganaderías de la región tienen niveles muy bajos en dioxinas, unas sustancias vinculadas a la aparición de cánceres

La leche asturiana, apenas contaminada, es la más sana de Europa, dice un estudio

La leche asturiana es la más sana de Europa. Un estudio, realizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) revela que las ganaderías del Principado contienen los niveles más bajos de la UE en dioxinas, unas sustancias tóxicas capaces de producir cáncer en el ser humano. El químico e investigador del Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA) Leocadio Alonso explica que los resultados obtenidos son "muy positivos", ya que "ni las explotaciones cercanas a los focos de contaminación arrojan datos significativos". Todos los valores de dioxinas encontrados en la región fueron incluso inferiores a los recogidos en Estados Unidos. "Esto se traduce en una mayor calidad de la leche y en los productos derivados de ella, como el queso, la mantequilla y los yogures, que redunda en la salud humana", asegura Alonso, coordinador de la investigación en Asturias.

El trabajo, en el que participaron diez científicos españoles, se desarrolló con el objetivo de "medir" en nuestro territorio la gravedad de un problema que afecta a todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de los riesgos de las dioxinas, unas sustancias químicas que son absorbidas por el suelo y que llegan a las personas mediante el consumo de productos de origen animal -fundamentalmente, carne, leche, pescado, marisco y huevos-. Se tratan, según el químico asturiano, del compuesto tóxico "más potente creado por el hombre". La mayoría de ellas son producidas mediante la combustión de sustancias que contienen cloro y las principales fuentes de emisión son las incineradoras de basura, la producción de pasta de papel y la fabricación de materiales de PVC. "Más del 90% de dioxinas que se acumulan en el cuerpo humano se producen a través de los alimentos, por lo que la protección frente a estos contaminantes es muy importante", destaca Leocadio Alonso.

La exposición del ser humano a las dioxinas pueden causar desde lesiones cutáneas, hepáticas e inmunitarias hasta alteraciones en el sistema nervioso, reproductor y endocrino. El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer realizó una evaluación epidemológica en el que llegó a la conclusión de que la dioxina TCDD es cancerígena.

Para el análisis químico de estos compuestos, el Instituto de Productos Lácteos de Asturias, el Instituto de Química Orgánica de Madrid y el Centro de Investigación y Desarrollo de Barcelona utilizaron técnicas "sofisticadas y costosas", basadas en la cromatografía de gases acoplada a la espectrometría de masas. En el Principado se analizaron explotaciones próximas a la papelera de Navia, al Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos en Asturias (Cogersa) y las industrias metalúrgicas y químicas, así como en granjas de producción de leche localizadas lejos de los focos de emisión.

"Los resultados indicaron que ninguna de las cuatro fuentes potenciales de producción de dioxinas produjeron importantes niveles de PCDDs (policlorodibenzodioxinas) y PCDFs (policlorodibenzofuranos) en las leches de las ganaderías. La concentración de los niveles de PCD/F en las leches de las zonas rurales lejanas a la industria fueron ligeramente inferiores", comenta Alonso. Además, los datos "fueron mas bajos que el valor límite de consumo de algunos países europeos como Alemania, Holanda y Austria", agregó. A juicio de los investigadores, Asturias debería "vender" su calidad en el extranjero como salida a la crisis láctea.

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