Ahora que hay un Gobierno y un lugar donde pedir, el PSOE asturiano agradecería "marcos generales de armonización fiscal". El portavoz socialista en la Junta General del Principado, Fernando Lastra, cree que la unificación del régimen general de impuestos "ayudaría" e incluye la tarea en los deberes del nuevo Ejecutivo. "No tanto", precisa, por la urgencia de la reforma del modelo tributario asturiano que el Principado negocia en conversaciones discontinuas con Podemos e IU, como por la necesidad de rebajar "el nivel de competencia del conjunto de las comunidades autónomas". O más bien por la inconveniencia de que unas con "capacidades de recaudación muy grande compitan negativamente" con otras "que tienen que hacer un gran esfuerzo fiscal para mantener el mismo nivel de servicios públicos".

Está Asturias en este último grupo de un modelo desigual que, al decir de Lastra, podría estar detrás de la inestabilidad política de la región a cuenta de la reforma de los impuestos, de las tensiones del Gobierno con quienes desde la oposición piden rebajas tributarias buscando el argumento en las diferencias con otras comunidades autónomas.

De palabra, el portavoz socialista volvió a tratar de despejar ayer las dudas sobre la posible concatenación de la abstención socialista ante el PP en el Congreso con la negociación presupuestaria que se cierne sobre el Principado. "Somos el partido que va a liderar la oposición", dijo Lastra, "ofreciendo un proyecto alternativo al del PP, con el que estamos en claro desacuerdo".

La maraña de la negociación fiscal y presupuestaria que el Principado mantiene abierta con las fuerzas de la izquierda avanzó ayer, por lo demás, por el camino de los reproches en cadena. Emilio León (Podemos) avanzó que "la alfombra roja de Javier Fernández al PP" en Madrid "compromete al país entero, y sobre todo a Asturias", y temió que la "entente cordial" de socialistas y populares se traduzca en "acuerdos de mayor calado", con un ojo en los presupuestos regionales. Mientras, Gaspar Llamazares (IU) lamentó que Podemos "prefiriese la negociación fiscal bilateral a la trilateral que nosotros considerábamos más adecuada para presionar al Gobierno y conseguir una reforma fiscal más justa".