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Inicio de la huelga de tareas escolares

Deberes: recuperar el tiempo libre

Elvira López, maestra en la Gesta (Oviedo), nunca impuso tarea extra e insta a los padres a dedicar "tiempo de calidad" a los niños | Las familias piden ajustar el trabajo a la edad

Sobre estas líneas, alumnos en el colegio de Sabugo de Avilés. MARA VILLAMUZA

El eterno debate sobre si los deberes escolares sirven o no para algo lo zanjó hace años la profesora del colegio la Gesta de Oviedo Elvira López. Esta docente y madre, con una experiencia de más de una década en las aulas, sostiene que lo apropiado es que los niños terminen en casa "solamente el trabajo que no hayan podido finalizar durante la jornada escolar" sin añadir ninguna otra tarea oficial.

Su política de deberes es sencilla: cenar en familia, leer juntos, jugar al aire libre y, si fuera posible también, llevar a los niños temprano a la cama. La idea es "ofrecerles un tiempo de calidad; tenemos muy poco tiempo como adultos y hay que hacer lo que sea para compartirlo con los niños", subraya esta docente que cada inicio de curso, en la reunión que mantiene con los padres, expone idéntica teoría. "Normalmente les ofrezco la posibilidad, a quienes así lo deseen, que los niños tengan tarea extra para casa. Les doy la opción, pero nadie me lo pidió nunca", sostiene.

Lo que probablemente no imaginaba es que su dinámica se convirtiera en el motivo de una huelga convocada por las familias. La iniciativa tomada en Asturias por la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Fapas) "Miguel Virgós" reclamando una "nueva política de deberes" hace años que la practica Elvira López. "No les pongo deberes porque, de la misma manera que mi jornada laboral es larga, la de ellos es igual; están el mismo tiempo en el colegio que el profesor y cuando salen de allí tienen que disfrutar de su infancia", afirma. Elvira vive en primera persona, desde su faceta como madre de una niña de 11 años, lo que los deberes suponen para los escolares. "En todos los sitios donde vas los padres me dicen que están desesperados, que los niños tienen un montón de tareas", sentencia esta maestra de Primaria.

Elvira sostiene que sus alumnos se encuentran satisfechos con su propuesta. "Nunca puse deberes ni creo que sea necesario", sostiene, "eso no significa que los niños no tengan que leer o estudiar", aclara. Con los alumnos de quinto de Primaria deja bien claro, al inicio del curso, cómo funciona su dinámica de trabajo. "Yo les marco una tarea para hacer en clase y ellos saben desde el inicio qué actividades vamos a realizar. Hay tiempo de sobra para ello y negociamos, si no lo acababan, que lo terminarían en casa. En menos de 15 días ninguno se llevaba tarea para casa. Es también una forma de desarrollar la responsabilidad personal con la tarea", indica.

Pero no sólo eso. La 'nueva política de deberes' de esta docente establece que los padres pasen las tardes con sus hijos. "Eso sí que se ha demostrado que les ayudará; los niños necesitan contar a sus padres qué les pasa", sentencia Elvira, quien coincide en este punto en el mensaje de la Fapas Miguel Virgós acerca de la escasa utilidad que, a su modo de ver, tiene el hecho de realizar tareas extras a las habituales de la escuela. No sirve como apoyo para mejorar el desempeño de los estudiantes y, además, puede desembocar en conflictos en la vida familiar acerca de quien tiene que ocuparse de ayudar al niño con los deberes y quien realiza las tareas del hogar.

Si hubiera que anotarlo en un cuaderno, cenar en familia, leer juntos, jugar al aire libre y acostar a los niños temprano serían los deberes del curso 2016-17 para los padres de los alumnos de Primaria del colegio la Gesta, según la profesora Elvira López, interina, con destinos anteriores en Llanera, Avilés y Gijón.

Su propuesta causa sorpresa en algunos sectores del equipo docente de la Gesta pero ella dice que también respeta a quienes optan por poner deberes. "Mi postura es no aunque respeto a los que lo hacen. Mis alumnos no los hacen y les veo felices", detalla al tiempo que explica que cuando los niños salen pasadas las cuatro de la tarde de la escuela, con jornada partida, no hay tiempo para que jueguen o practiquen actividades deportivas o musicales si se les imponen deberes. "A partir de ciertos momentos del día baja el rendimiento y aumenta el cansancio", arguye a favor de eliminar los deberes.

Elvira reconoce que su propuesta se basa en la experiencia personal y deja claro que cada profesor puede hacer lo que considere necesario para mejorar el desempeño de sus estudiantes, pero reconoce que el fin de semana, al menos, debe ser para estar en familia. Las familias coinciden en esa idea. Es el caso de Yolanda Alonso, madre de un niña matriculada en el colegio público de Sabugo de Avilés que valora que los niños tengan más tiempo libre que deberes. "Los niños no pueden basar su vida en ir al cole y trabajar", puntualiza esta mujer, que considera que los pequeños ya completan su formación académica con las actividades extraescolares en las que suelen participar de lunes a viernes.

Ana María Rubio Cabo es de otra opinión. Esta avilesina considera que los deberes sí son necesarios. Pero al igual que Leadelis Sánchez apunta que "en su justa medida" "Los niños deben tener una responsabilidad que en este caso es hacer unos cuantos ejercicios al día", dijo Sánchez, que agregó: "El número de ejercicios debe ser acorde a la edad, claro está". A su modo de ver, si los niños no tienen deberes los padres se enfrentan a otros problemas. Por ejemplo: "Que no estén más horas de las debidas con un móvil o jugando a las consolas".

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