La Fiscalía Anticorrupción está preparando una querella contra Villa por apropiación indebida y falsedad. Se trata del final de la investigación abierta hace dos años cuando se conoció que el exsindicalista había legalizado 1,4 millones de euros de dudosa procedencia aprovechando la amnistía fiscal de 2014. Según publica la edición digital del diario "El País", la querella atribuirá a Villa haberse apropiado durante años de las dietas de sus compañeros en el comité intercentros de Hunosa, así como de haber engordado facturas del geriátrico del Montepío en Felechosa (Aller), un proyecto que costó 30 millones de euros y que contó con generosas ayudas públicas. El delito de apropiación indebida lleva aparejadas penas de hasta seis años de cárcel, la misma pena que la falsedad documental, según fuentes jurídicas.

La querella se basará en el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, parte del cual ha sido aportado a la querella del SOMA por apropiación indebida. El informe recoge el testimonio de la que fuera secretaria de Villa, quien aseguró que durante años fue a recoger un sobre con el dinero de las dietas del comité intercentros, que entregaba al exsecretario general del SOMA. Éste le encarecía que fuese discreta y no le contase a nadie lo que hacía.

También se recogen testimonios de familiares según los cuales Villa nunca cobró herencia alguna. Y es que el exsindicalista adujo que el origen de su fortuna era una herencia de su madre, que tuvo un bar en Tuilla.

Anticorrupción también cree que parte del dinero de Villa procede de certificaciones falseadas de la residencia del Montepío, que se construyó entre 2009 y 2012 con ayudas públicas. La operativa sería hinchar la facturas de los pedidos, y quedarse la diferencia. El hijo de Villa, Rolando, fue gerente del complejo, con un sueldo anual de 50.000 euros y una indemnización blindada de una anualidad en caso de despido.