La intensa nevada que cayó ayer sobre el puerto de Pajares cogió por sorpresa a Manuel Pajarón. Tenía noticias de que una ola polar iba a fulminar el largo "veroño" asturiano, pero no se esperaba que "fuera para tanto". Así que, a la vista de que los espesores en el entorno del Brañillín se acercaban a los veinte centímetros, se desplazó bien de mañana desde Gijón, donde reside habitualmente, para recoger las 16 vacas que tiene desde hace meses en el puerto. La labor no le resultó sencilla. A mediodía había dado con 15, pero buscaba de manera infructuosa entre la niebla y la nieve una última res para dar por concluido el trabajo e iniciar el descenso hacia Campomanes (Lena), por una carretera de Pajares (N-630) que estuvo cerrada al tráfico a camiones y con cadenas obligatorias para los turismos desde primera hora de la mañana hasta cerca de las ocho de la tarde.

Los termómetros en la gélida jornada de ayer cayeron hasta los cuatro grados bajo cero en puntos de la Cordillera y de los Picos. "Pero la sensación térmica es de 16 bajo cero", precisó a media tarde el guarda del refugio de la vega de Urriellu, Sergio González. Allí, al pie del Naranjo, los espesores de nieve oscilaban entre los 40 centímetros y el metro y medio en las zonas más favorables a la acumulación. Durante la jornada hubo problemas en 18 pasos de montaña. En el centro y en el litoral de la región las temperaturas mínimas estuvieron entre cinco y seis grados.

Pero la ola polar comenzará a remitir a partir de esta tarde, según la Agencia Estatal de Meteorología. Aunque seguirá lloviendo hasta el jueves, las precipitaciones ya tendrán menos intensidad y la cota de nieve ascenderá hasta 2.000 metros. Las temperaturas irán en aumento, que será ligero en las mínimas y más acusado en el caso de las máximas, con una previsión de entre 12 y 16 grados.

Al cierre de esta edición, era obligatorio el uso de cadenas para circular por los puertos de San Isidro, Leitariegos, El Connio, Tarna, Collada de Arnicio, Cerredo, La Cobertoria, Somiedo, San Lorenzo y Ventana. Además, permanecía cerrada al tráfico la carretera de acceso a Los Lagos y eran obligatorias las cadenas en las de Sotres, Tuiza (Lena), Santa María y Las llanas (Quirós), La Malva-Saliencia (Somiedo) y Taja (Teverga).

Solo en el puerto de Pajares estaban trabajando ayer por la mañana seis máquinas quitanieves para tratar de dejar el paso expedito. Según el responsable de vialidad de la carretera N-630, Manuel Fernández, la situación era más complicada en la vertiente leonesa. Las placas de hielo formadas durante la madrugada obligaron a cortar en Villamanín el tránsito de camiones.

Si la nieve fue la protagonista en los altos, las precipitaciones de lluvia fueron generalizadas durante toda la jornada en el Principado. Se recogieron 26 litros por metro cuadrado en Oviedo y algo más de 21 en Gijón, donde se produjeron importantes granizadas, que se repitieron a lo largo del día en otros puntos de la costa.

En Leitariegos, por encima de los 1.500 metros de altitud, el temporal ha causado inconvenientes relacionados con la señal de la televisión. El presidente de la parroquia, Jesús Matías, denunció ayer que con la llegada de la nieve apenas hay canales de televisión que se vean. "Llevamos desde el año pasado con problemas; no hay señal en la mitad de las cadenas y, ahora, con la llegada de los temporales la situación va claramente a peor", apuntó Matías. Es más, asegura que el Principado se comprometió a solucionar el problema, "pero seguimos igual y volvemos a entrar en el invierno, que aquí es muy duro, sin poder entretenernos con la televisión".

El mismo problema lo comparten algunos pueblos del valle de Naviego e, incluso, afecta a Genestoso (Cangas del Narcea), donde temen que con las nevadas "comience a fallar la señal de la televisión", según apunta el alcalde pedáneo, Javier Rivas. La localidad también está teñida de blanco, algo que no sorprende para nada a unos vecinos que están acostumbrados a ver nevar desde mediados de octubre.

"Lo raro era el calor que teníamos los días anteriores. Aquí normalmente ya empezábamos a ver la nieve en octubre", explica Rivas. Aunque el frío es intenso y ha nevado con persistencia, para Genestoso el manto blanco aún es insignificante. Las grandes nevadas serán en enero y febrero. La nieve también se acercó, aunque tímidamente, a la villa de Tineo.