La empresa adjudicataria del proyecto para la integración del AVE en León ha iniciado los trabajos de una actuación que incluye la erradicación del "fondo de saco" de la estación de la capital de la provincia vecina, que obliga a los Alvia de Asturias a perder 20 minutos en maniobras de entrada o salida, o a circular con el pasaje sentado en el sentido contrario al de la marcha entre Gijón y León.

La actuación cuenta con un presupuesto de 50 millones de euros y un plazo de ejecución de 24 meses. Fue adjudicada a comienzos del pasado abril y se ha visto retrasada por problemas en el subsuelo.

El proyecto consiste en la ampliación de la estación actual en unos 450 metros cuadrados. A partir de ahí, plantea la construcción de andenes soterrados como los de Llamaquique (Oviedo), con dos vías pasantes para los trenes del Principado, así como un trazado bajo tierra de 500 metros para salvar el tramo que quedó fuera de servicio y sin vías cuando, hace casi seis años, se erradicó el paso a nivel de El Crucero. Una vez que esté lista la actuación, los Alvia que circulen hacia Madrid entrarán en León por ese tramo soterrado que arranca justo antes de donde estaba el paso del Crucero, pararán en los andenes bajo la estación y saldrán sin necesidad de maniobrar. La operación será a la inversa para los trenes que transiten desde la estación de Chamartín en dirección a la región.