El presidente del Principado se resiste a dar por hecho que la región esté abocada a encadenar en 2017 una segunda prórroga presupuestaria. No le arredra la escenificación del desencuentro con Podemos e IU que ha puesto en escena el debate de orientación recién finalizado en la Junta y "además de no darlo por hecho", precisó ayer, "insisto en el rumbo para hacer que la mayoría política" de la izquierda "se convierta en una mayoría parlamentaria que permita aprobar esos presupuestos". Asume que el acuerdo "no está fácil" y que "conviene no dilatarlo" y atenúa incluso la intensidad del desacuerdo con el resto de la izquierda. "Ha habido cuestiones en las que nos hemos manifestado muy distantes", asume, pero también otras "en las que no he escuchado una oposición clara respecto a asuntos nucleares para Asturias". Menciona el reto demográfico -aunque ayer en la Junta Podemos acusó al Gobierno de "vender humo" en este terreno-, el plan del Suroccidente, la reforma de la financiación autonómica, la Variante de Pajares, la política minera o las alternativas para mejorar la eficiencia de la industria electrointensiva. "No he visto que eso sea rechazado por el conjunto de la cámara", remató.