La cadena de recursos de la defensa de José Ángel Fernández Villa parece estar cansando a la instructora de la querella del SOMA. La juez Simonet Quelle Coto acaba de dictar un auto rechazando el enésimo recurso del exsindicalista -en el que solicitaba ser examinado por el perito Alfredo Robles en su casa de Oviedo, entre otras peticiones-, al tiempo que critica su línea de defensa. La magistrada indica que las alegaciones presentadas "evidencian una finalidad dilatoria y una contumaz negativa a cumplir con las resoluciones judiciales". Y advierte de que "no se puede pretender amparar bajo el derecho de defensa alegaciones o manifestaciones que exceden ese ámbito" y que "las resoluciones judiciales están para ser cumplidas y respetadas, ya que en caso contrario, conductas que impiden el normal desarrollo de las actuaciones pueden ser constitutivas del ilícito de obstrucción a la Justicia".

La sangre no llegará esta vez al río, aunque se imponen a Villa las costas del recurso presentado por la letrada Ana García Boto, "al apreciarse una mala fe procesal (...) y una voluntad de dilatar injustificadamente la instrucción". Rechazado este recurso por la juez Quelle Coto, pasará ahora a la Audiencia. El auto no valora la incomparecencia de Villa al examen que había sido convocado para el viernes, día 4. Villa adujo que no se le había comunicado en persona. Este asunto será objeto de otra resolución.

En cuanto al presente recurso, la juez estima que la forma -una providencia- que adoptó la designación del doctor Robles para examinar a Villa y el rechazo de la presencia de un neurólogo de la defensa fue la adecuada. La letrada de Villa postulaba un defecto de forma. Boto alegaba además que se había vulnerado el "derecho a la intimidad" de Villa al difundirse la fecha del examen. La juez le hace ver que nadie en su Juzgado difundió tal fecha, y que debieron ser los letrados personados. También rechaza la posibilidad de recusar al doctor Robles. Por otro lado, la defensa pedía el "consentimiento informado" de Villa para las pruebas. Con gran finura, la juez resalta "la contradicción" que supone la pretensión de recabar ese consentimiento de parte de una persona que, según la defensa, sufre un deterioro cognitivo que le impide declarar. "Salvo que con esa petición, unida a los recortes fotográficos aportados donde se ve a José Ángel Fernández Villa deambular por la vía pública (fotografías que publicó LA NUEVA ESPAÑA), se pretenda hacer ver que su defendido ha experimentado una mejoría" que no se ha comunicado al Juzgado, señala la juez.