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El debate sobre las cercanías

La receta de los ingenieros para el tren regional: mejor horario y menos paradas

Los profesionales de las infraestructuras abogan por recuperar las cercanías como un elemento estratégico

Un tren de la antigua Feve, circulando por el polígono mierense de Vega de Arriba. FERNANDO GEIJO

Mejorar la oferta de viajes para competir con el resto de medios de transporte público, potenciar los aparcamientos estratégicos en las proximidades de las estaciones y desarrollar de una forma gradual la red viaria del centro de la región para acabar con los "cuellos de botella". Esta es la receta que ofrece la demarcación asturiana del Colegio de Ingenieros, Caminos y Puertos para lograr que el tren de cercanías del Principado "vuelva a ganar protagonismo" y se convierta en un elemento "estratégico" del eje metropolitano. Para ello, también se considera indispensable lograr una "reducción" de los actuales tiempos de viaje.

Además de marcar los objetivos, el grupo de trabajo en materia ferroviaria del colegio de ingenieros apunta en su análisis de las cercanías regionales otras medidas concretas para la mejora del servicio . Así, por ejemplo, aboga por avanzar hacia una planificación de los horarios en la que se tenga en cuenta las conexiones entre las diferentes líneas, la supresión de paradas para lograr un incremento de la velocidad comercial de los convoyes y la puesta en marcha de los servicios de cercanías de la ciudad de Gijón, a través del plan de vías paralizado desde hace años.

Los ingenieros parten de la base de que todos los análisis realizados para el plan regional de infraestructuras ponen de manifiesto la "escasa competitividad" del sistema ferroviario en Asturias, "con tiempos de viaje que llegan a triplicar en ocasiones a los del coche o al autobús interurbano". Esta situación hace que, según indican los expertos del Colegio de Ingenieros, el Principado sea la única comunidad autónoma española en la que la ocupación por vehículo ferroviario es inferior a la del autobús.

Así las cosas, para satisfacer la demanda actual, que no deja de caer, los servicios programados son más que suficientes, según los ingenieros. Sin embargo, a su juicio, también queda "demostrado" que si lo que se quiere es que el ferrocarril desempeñe un papel estratégico en la movilidad del Principado deben mejorar tanto las frecuencias como los tiempos de viaje. "Podemos opinar que el sistema de transporte público de Asturias no está optimizado desde el punto de vista de la capacidad de cada uno de los modos ofertados y representa un desequilibrio a favor de los servicios por carretera en detrimento de los ferroviarios", afirman los especialistas del Colegio de Ingenieros, que llaman la atención sobre el hecho de que en 2015, pese a la mejora económica, ha continuado el imparable descenso de pasajeros en todas las líneas de tren de la región. "La bajada de usuarios de Feve es muy superior a la de Renfe, que tiene la excepción de los crecimientos de los años 2007 y 2008", asignados en el informe a "los nuevos pasajeros inducidos por la estación urbana de Llamaquique en Oviedo".

La sangría del tren de proximidad en Asturias tampoco ha cesado en lo que llevamos de 2016. Y es que, según las últimas estadísticas publicadas por el Sadei, entre enero y julio el servicio perdió otros 335.441 viajeros con respecto al mismo periodo del año precedente. Las líneas de vía estrecha de la antigua Feve se encuentran en una situación desesperada y ya puede darse por hecho que cerrarán el ejercicio por debajo de los dos millones de pasajeros. Es decir, menos de la mitad de los que tenían hace una década. Renfe, por su lado, también cae, lastrada desde hace años por el traslado de la estación de Gijón desde la plaza del Humedal a la calle de Sanz Crespo. La operadora se mantiene ligeramente por encima de los 5 millones de pasajeros, cuando en 2010 rondaba los 8 millones de clientes.

Los expertos que han redactado el plan regional de infraestructuras para los próximos años calculan que las cercanías asturianas necesitan 1.500 millones de inversión para ganar 4,3 millones de usuarios, a base de más frecuencias y servicios directos. Las competencias sobre la red están en manos del Ministerio de Fomento, que tiene pendiente de renovar la Obligación de Servicio Público (OSP) de la que gozan todas las líneas de ancho métrico de la comunidad. Aquellas que no sigan con esa catalogación estarán abocadas al cierre debido a su carácter deficitario.

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