En un mundo cambiante, la ciencia, la geopolítica, el ciberactivismo o la conservación del patrimonio pueden encerrar claves para afrontar los nuevos retos. Y a todas esas experiencias pusieron voz los premiados por la Asociación Iberoamericana de la Comunicación (Asicom) en un acto celebrado ayer en el Aula Magna del edificio histórico de la Universidad de Oviedo.

La cooperación entre los países americanos es un eje estratégico mundial. Sergio Jellinek, asesor en comunicación del secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), comenzó su ponencia explicando el cometido de la organización para la que trabaja, que calificó como el organismo regional "más antiguo del mundo". Y desveló que "la primera conferencia internacional de estados americanos, que se realizó en Washington entre octubre de 1889 y abril de 1890, llevó al establecimiento de la Unión Internacional de Repúblicas Americanas".

Otro apartado de la ponencia de Jellinek versó sobre el papel que la organización ha tenido en el fortalecimiento de la democracia y la consolidación del Estado de derecho en sus países miembros. También hizo alusión a las misiones de observación: sólo en el transcurso de 2016, la OEA "ha desplegado once de observación electoral (MOE) en ocho países de la región: Bolivia, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos de América, Jamaica, Haití, Perú y República Dominicana".

De la geopolítica al futuro que anticipa la ciencia de vanguardia. Amador Menéndez, investigador del Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias y colaborador habitual de LA NUEVA ESPAÑA, demostró una vez más su conexión total con el público asistente al transmitir sus tesis de forma ágil, visual, entretenida y sin perder rigor científico. Comenzó analizando las grandes problemáticas a las que se enfrentan "el planeta y sus habitantes", como el calentamiento global, el cambio climático, la crisis económica, la del agua y las enfermedades. Pero trasladó un mensaje de optimismo al afirmar que "la tecnología puede ayudarnos a salvar el planeta". En concreto, mencionó la nanotecnología, que permite construir "materiales a la carta con propiedades controladas y para fines específicos, y que podrían ayudar a solventar algunos de los grandes problemas de la humanidad". Mostró filtros que permitirán a los países subdesarrollados purificar el agua "sin apenas gasto energético". Y apuntó investigaciones más avanzadas para tratar de desalinizar el agua del mar.

También mencionó algunas estrategias para capturar la radiación solar de forma barata y eficiente. Y se refirió a una tecnología en la que investiga: "Los denominados concentradores solares luminiscentes, que podrían convertir a las ventanas de nuestras casas en pequeñas centrales fotoeléctricas, capaces de atrapar la luz del Sol y convertirla en electricidad".

Después, Menéndez comenzó un viaje por el cuerpo humano mostrando "las tecnologías que permiten estudiarlo o repararlo". Citó la optogenética, "que nos permite activar y desactivar neuronas mediante pulsos de luz para así tratar de entender el funcionamiento del cerebro". Y repasó los retos de la medicina regenerativa que, "mediante nanofibras que actúan como factores de crecimiento", permite el desarrollo controlado de tejidos y órganos artificiales o "la regeneración de la médula espinal en un ratón". Y terminó con la biónica, mostrando los últimos avances en "prótesis inteligentes y controlables directamente desde el cerebro". Puso como referente al "líder mundial de la biónica" y reciente premio "Princesa de Asturias" de Investigación Científica y Técnica, Hugh Herr.

A la revolución científica le va pareja la de las comunicaciones. La investigadora de la Cátedra Wolfe de la Universidad McGill de Canadá Gabriella Coleman disertó sobre internet y el grupo "Anonymous", explicando su origen, así como los aspectos éticos y políticos de una organización de "hackers" que "viajan" por la red. Se refirió a las formas de protesta con su activismo y su capacidad para infiltrarse en empresas. Facilitó algunos ejemplos (en España y en el mundo) de denuncias de "Anonymous"; también de la importancia simbólica y operativa de la máscara que los distingue. Recordó que comenzó como una travesura, pero tomó peso específico en 2007 con la frase: "La maquina de odio de internet". Contó las detenciones a algunos de su miembros, a los que visitó en los juzgados o en prisión, y el perfil plural de sus integrantes: profesores, anarquistas o personas de clase obrera.

Cayetano Martínez de Irujo, duque de Arjona, centró su discurso en la transición de la Fundación de la Casa de Alba, que él dirigió a petición de la duquesa de Alba, su madre, entre 2009 y 2014. Explicó la labor realizada entonces y el empuje que supuso al patrimonio con exposiciones y otras formas de administración (tuvo que lidiar con corrupciones internas y con los sindicatos, puntualizó). Pero, sobre todo, describió el patrimonio de la Casa a través de la figura de su madre, a la que definió como generosa, culta, con amistades de la talla de Ortega, Churchill y Picasso, pero que en especial demostró su amor por la Casa de Alba, que transmitió desde la recomposición del palacio de Liria. "No nos dejaba ni sentarnos en una silla; eso sí, a los nietos les permitió todo", recordó cariñosamente y con humor el duque.

Un ejemplo de su inversión en el patrimonio, desveló, es que su madre pudo ganar mucho dinero desprendiéndose de él y comprar una casa en Puerta de Hierro, pero nunca quiso. También tuvo palabras para los tres maridos de la duquesa y aprovechó para recordar y bromear cuando le comunicaron que su madre, con 85 años, tenía novio, Alfonso Díez, con el que, matizó, mantiene buena relación.