El Ejecutivo regional "celebra" el "cambio sustancial" que aprecia en la posición del Ayuntamiento de Gijón sobre el plan de ordenación del área central, fundamental para que llegue a buen puerto la iniciativa que lidera la Administración autonómica, toda vez que se trata del concejo más poblado de los 29 concernidos y en el que el proyecto había generado un mayor escepticismo inicial, cuando no frontal rechazo, por parte del equipo local de Gobierno. "El tono de la propuesta consensuada en el consejo social municipal es conciliador y constructivo, comparte la necesidad del área metropolitana y la oportunidad de las directrices para su ordenación. Por tanto, más allá de aspectos que habrá que debatir, hay mimbres para seguir avanzando", subraya la consejera de Ordenación del Territorio, Belén Fernández. En principio, el punto fundamental de fricción estará en la intención gijonesa, pactada por los seis partidos representados en el Pleno, de que la incorporación de los concejos al consorcio del eje metropolitano sea voluntaria.

"El carácter voluntario no debe estar reñido con la vocación generalizada de los ayuntamientos de incorporarse al sistema de gobernanza, dadas las indudables ventajas que reportará tanto al conjunto metropolitano como a cada uno de los municipios que lo integran", defiende Belén Fernández. Es más, respecto a la posición gijonesa de la voluntariedad y de que la creación del área central se articule mediante una ley, la Consejera subraya que se trata de un planteamiento que fue objeto de una propuesta de resolución durante el reciente debate sobre el estado de la región, "rechazada de manera contundente por 36 votos en contra, frente a tres a favor y cinco abstenciones". Aunque abierta al diálogo, Belén Fernández estima que "solo la continuidad territorial de las políticas, evitando vacíos, puede garantizar una óptima funcionalidad metropolitana". Por tanto, "la mejor receta para el éxito" es, a su juicio, "la corresponsabilidad de todos los ayuntamientos concernidos" por el plan.

Una vez que reciba las sugerencias consensuadas por los grupos de la Corporación gijonesa, la intención de la Consejería de Ordenación del Territorio pasa por promover un "espacio de encuentro institucional" en el seno de la Federación Asturiana de Concejos. Su objetivo será procurar una "reflexión conjunta" entre las diferentes administraciones para tratar de alcanzar el "mayor consenso posible" sobre el proyecto. "La voluntad del Principado es contar también con la participación del Estado, por el relevante papel que tienen las infraestructuras de su competencia, particularmente las cercanías ferroviarias", apuntan las fuentes consultadas en el Ejecutivo autonómico.

De forma paralela, y para salvar las reticencias municipales, el Principado y la Federación de Concejos están trabajando en la constitución de un grupo específico de trabajo sobre el proyecto metropolitano que tenga la "mayor pluralidad política", según han acordado ambas partes.

El plan de ordenación del área central de Asturias fue presentado oficialmente el pasado 16 de marzo por el presidente del Principado, Javier Fernández, con el objetivo de convertir a los 29 concejos afectados en una gran ciudad de servicios integrados en una estructura de consorcio, que tendría competencias en urbanismo, transporte, movilidad, equipamientos públicos, áreas productivas, turismo o cultura.

Contener la expansión urbanística indiscriminada y difusa, suprimir barreras ferroviarias, ordenar el eje estratégico Oviedo-Llanera-Siero, aprovechar el potencial industrial y logístico-portuario, coordinar mejor los centros universitarios y sanitarios, activar un plan de movilidad en el que el ferrocarril de cercanías sea protagonista, la creación de espacios urbanos "amables" o la atracción de fondos comunitarios vinculados al desarrollo de las áreas metropolitanas son algunas de las principales pautas de actuación incluidas en el avance de las directrices para el área central, documento en cuya redacción desempeñó una labor muy relevante Fernando Rubiera, profesor de Economía Aplicada y director del Laboratorio de Análisis Económico Regional (Regiolab).

En materia de movilidad, el proyecto aboga por habilitar carriles específicos para el transporte público en el acceso a las principales ciudades de la región, la promoción del uso del autobús y del tren, la universalización del billete único o una planificación de las cercanías ferroviarias que permita aprovechar su potencial y que sea compatible con la llegada de la Alta Velocidad a Oviedo, Gijón y Avilés. También se prevén una red regional de parques periurbanos y corredores fluviales en ríos como el Nalón, el Caudal o el Nora, así como medidas específicas para impedir que se agrande la brecha que se está produciendo entre los valles mineros y el resto del territorio.

Los 29 concejos incluidos en el plan suman el 85% de la población asturiana, el 29% de la superficie regional y el 90% del valor añadido mutuo.