La falta de inversión en el mantenimiento y conservación de las carreteras se ha convertido en un peligro mortal para los conductores y especialmente para los motociclistas. En Asturias se han registrado 21 fallecidos en accidentes viales en lo que va de año, de los que la mitad son moteros. El último, el gijonés José Julio Heres, "Chinorris", que falleció el domingo en la "Y" al golpearse con un guardarraíl cuando volvía de participar en una concentración en Oviedo en recuerdo de las víctimas de tráfico.

Los grandes riesgos mortales para los motoristas son el mal estado del firme, la resbaladiza pintura de la señalización horizontal, y los guardarrailes. Antiguas reivindicaciones que pese a la insistencia y las movilizaciones siguen sin atenderse.

Raquel Casado explicó ayer, tras leer un comunicado y encabezar un minuto de silencio por las víctimas de los accidentes de tráfico, que las mejoras de las infraestructuras y su señalización dependen de los titulares de las carreteras: el Ministerio de Fomento o los gobiernos regionales. "Nuestra misión es la concienciación del conductor y que estén los mejor preparados posibles", afirmó.

Pero admitió que entre las causas de los accidentes de tráfico también figuran, además del alcohol, las drogas y el exceso de velocidad, el estado de las vías. "Hacemos informes y comunicamos de su estado, pero Fomento trabaja con un presupuesto y dinero público que intenta gastar de la mejor manera posible. Y ya se han hecho esfuerzos quitando alguno guardarrailes", afirmó.