"Afable, abierto, positivo y altruista" en lo personal y apasionado de las motos en sus placeres de ocio. Quienes conocieron a José Julio Heres Menéndez, fallecido el domingo a los 65 años, hoy lloran a una persona que "siempre colaboró en todas las causas solidarias que le proponían" y que incluso "promovía él mismo". En especial su familia y compañeros de Asturfénix donde le conocían por "Chinorris".

Sus amigos de este grupo motero, impactados por la pérdida, le homenajearán hoy con una comitiva que saldrá -todos en moto- a las doce de la mañana de hoy desde la playa del Arbeyal con destino al tanatorio de Gijón-Cabueñes donde a la una del mediodía se le despedirá con una celebración de la palabra de cuerpo presente. Es una iniciativa abierta todos los amantes de las motos que quieran tributar unas "ráfagas al cielo" y un último adiós a una persona "experimentada y prudente" cuando circulaba en carretera.

Prueba de su solvencia y seguridad en las autopistas es el testimonio de su amigo Ángel Gallego, de "Moto Sport Ángel" el taller de confianza donde "Chinorris" acudía con frecuencia. "Le llevaba el mantenimiento de todas sus motos y uno sabe por el estado de los neumáticos si un motorista va a mucha velocidad y en su caso estaba claro que no andaba rápido porque era muy prudente", asegura apenado. Gallego recuerda a su amigo como una persona "excepcional, amable y muy querida que siempre echó una mano de forma desinteresada, sin buscar un solo favor y ayudando siempre" y a quien le gustaba definirse como "el relaciones públicas" de las motos que siempre "intentaba mediar entre los conflictos".

"Chinorris" nació en el barrio gijonés de Cimadevilla el 12 de octubre de 1951 por lo que se consideraba un auténtico "playu" de la gijonesa calle Vicaría. Hace poco más de un mes que recibió la jubilación de la empresa Arcelor Mittal tras cinco años de prejubilación. Su tiempo libre lo destinaba a actividades altruistas que promovía en ocasiones desde Asturfénix como campañas de recogida de alimentos y juguetes o visitas en Navidad, ataviado como Papa Noel, al Sanatorio Marítimo de Gijón.

Pero el ocio lo compaginaba con su afición a las motos. Durante muchos años recorrió España de encuentro en encuentro motero acompañado siempre por su esposa Marisa Solar, herida también en el fatídico accidente del domingo en la autopista "Y", que se recupera en la UCI del hospital de Cabueñes de la rotura de un brazo, una muñeca y tres costillas y un riñón en mal estado. Lo hace arropada por los hijos del matrimonio, Silvia e Iván Heres que ayer viajó desde Londres, donde reside por motivos laborales, hasta Gijón.

"Lo mismo iba a Marbella que a La Rioja o Valencia; recorría España porque su hobby era la moto", recordó ayer su hermano Adolfo, también motero, en el tanatorio. Su pasión le llevó a adquirir su último vehículo, una Honda Goldwing 1500, que disfrutaba desde hacía un año. "Era su cuarta o quinta moto pero era importante, decía que era el 'lamborghini' de las motos", asegura Adolfo Heres. Esas rutas por todo el país le permitieron conocer a muchas personas del gremio. Como prueba está la multitud condolencias recibidas por la familia a través de las redes sociales y la certeza de que a la comitiva se sumarán hoy moteros de toda España.