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El tren de ancho variable, única opción para llevar el AVE a Oviedo, Gijón y Avilés

Los proyectos para el futuro de los tramos de alta velocidad en la región mantienen el ancho ibérico, lo que veta a la actual flota rápida de Renfe

Modelo de Talgo de ancho variable como el que Renfe prevé para la alta velocidad asturiana.

El tren de ancho variable capaz de circular indistintamente por trazados de ancho ibérico (Renfe) e internacional (AVE) con solo pasar por un intercambiador, como el que Renfe tiene previsto comprar a Talgo, es el único modelo de muy alta velocidad (350 kilómetros por hora) con capacidad para llegar a Oviedo, Gijón y Avilés tanto ahora como en un futuro, cuando Fomento acometa y concluya el proyecto de penetración de la Alta Velocidad en el Principado. Y es que, al igual que en la variante de Pajares, en los estudios informativos para los tramos Pola de Lena-Oviedo y Oviedo-Gijón-Avilés se establece que todos los trazados seguirán contando con ancho ibérico, por el que no pueden circular los trenes AVE que conforman ahora el parque móvil de la operadora pública, ya que carecen de la rodadura desplazable necesaria para pasar del tendido específico de Alta Velocidad instalado en la Meseta al tradicional de Renfe que hay en Asturias y que no está previsto sustituir en la planificación del Ministerio para los próximos lustros.

En concreto, el proyecto para la futura "Y" ferroviaria de Alta Velocidad del triángulo conformado por Oviedo, Gijón y Avilés consiste en un corredor mixto para viajeros y mercancías en ancho ibérico, que aprovecha buena parte de los trazados actuales, aunque con numerosas mejoras. El presupuesto estimado oscila entre 469 y 502 millones de euros e incluye la erradicación de la rampa y curva de Villabona (Llanera); la duplicación de la vía entre Nubledo y La Rocica (Avilés); rebajas sustanciales en los tiempos de viaje para los trenes de larga distancia, los cercanías y los mercancías; una conexión directa en ancho ibérico entre Gijón y Avilés sin necesidad de maniobrar en Villabona; enlaces con El Musel y la Zona de Actividades Logísticas de Asturias (Zalia), o la continuidad de las estaciones de tren de Oviedo en sus actuales ubicaciones del centro. La solución técnica es la misma que la seleccionada para la variante de Pajares, que también tendrá tráfico mixto, ancho ibérico y traviesa polivalente que permite su reconversión al AVE. La previsión es que el tiempo de viaje para los cercanías entre Oviedo y Gijón baje de 32 a 27 minutos, con servicios semidirectos de 22 minutos de duración. El tren de larga distancia (Alvia), que tarda ahora entre 27 a 31 minutos en cubrir el tramo entre las dos principales ciudades asturianas, pasará a hacerlo en 18 minutos cuando esté ejecutada la actuación prevista por Fomento.

Por lo que respecta al proyecto de Pola de Lena a Oviedo, prolongación de la Variante hasta el centro de Asturias, el plan del Principado, también para ancho ibérico, consiste en una variante de tráfico exclusivo para trenes de media y larga distancia, con paradas en Pola de Lena y Oviedo, mientras que los convoyes de cercanías y mercancías seguirán por el corredor actual. La nueva traza tiene una longitud de casi 22 kilómetros en la que se suceden seis túneles y cinco puentes.

En este escenario de presente y de futuro, la única alternativa viable para que el AVE "puro" alcance Gijón, aunque tendrá que ser por vías de ancho ibérico y, por consiguiente, a una velocidad considerablemente inferior a los 350 kilómetros por hora previstos en la Meseta, es un tren de ancho variable como el "Avril" de Talgo que pretende adquirir Renfe. En sentido a Asturias, el convoy saldría de la terminal madrileña de Chamartín por el tendido específico de Alta Velocidad que llega hasta León, circulando por encima de los 300 kilómetros por hora. En las inmediaciones de la estación de la capital de la provincia vecina pasaría por un intercambiador para adaptarse al ancho ibérico que se extiende, y así seguirá siendo, según los planes de Fomento, hasta Oviedo, Avilés y Gijón, con velocidades máximas que rondarán los 180 kilómetros por hora. En la dirección Gijón-Madrid las características del viaje serían idénticas, pero a la inversa.

La entrada en servicio del AVE de ancho variable supondrá, de producirse, una reducción de una media hora respecto a los tiempos de viaje con Madrid de los Alvia, que no superan los 250 kilómetros por hora en el tramo Chamartín-León por el que el "Avril" alcanzará los 350 km/h. Así, el trayecto quedará en unas tres horas y media para los servicios que solo tienen parada intermedia en Valladolid. Con el túnel de la Variante abierto, el viaje se recortará en otros 50 o 60 minutos, con lo que la ruta a Madrid en el "Avril" bajaría a poco más de dos horas y media desde la capital del Principado.

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