Su plazo ha terminado y el proyecto de Presupuestos del Gobierno cruzará esta mañana las puertas de la Junta General del Principado con la arquitectura que le ha dado el Ejecutivo socialista intacta y sin garantía de apoyos suficientes una vez que el PSOE ha asumido la imposibilidad de un acuerdo con sus interlocutores de la izquierda. Después de la infructuosa segunda reunión entre los socialistas y Podemos, que se prolongó hasta la última hora del viernes, el fin de semana transcurrió sin contacto adicional alguno y los grupos se enfrentan desde hoy a un cambio de escenario en el que ya no cabe modificar los ingresos ni alterar la estructura de las cuentas, en el que el proyecto deja de ser del gobierno, pasa a pertenecer al parlamento y queda abierto, según la visión socialista, a todo aquel que quiera hacer una discusión sensata sobre lo único negociable, la orientación del gasto.

Una vez que ha encallado la restricción prioritaria de las conversaciones a los grupos de la izquierda, ese "todos" se refiere a todos, precisan. En concreto, a todas las propuestas "razonables" de negociación de cara a la siguiente pantalla, el trámite de totalidad en el que se sustanciará buena parte del futuro del proyecto y sus posibilidades de éxito. Apuntan fuentes socialistas que no se plantea una salida a través del PP ni se descarta expresamente, añaden, ninguna posibilidad que pueda favorecer la aprobación del Presupuesto. Incluida la de arrancar las abstenciones de PP, IU y Ciudadanos, Esa pretensión de comprometer todos los esfuerzos se parece al "negociar hasta donde haya que llegar" que el viernes pronunció el coordinador general de IU, Ramón Argüelles, incluso al "no nos resignamos a la prórroga" del portavoz parlamentario de la coalición, Gaspar Llamazares.

El foco se dirige a la eventualidad de que sobre todo los populares y Podemos decidan presentar enmiendas de totalidad -el año pasado las formalizaron ellos además de Foro y Ciudadanos antes de que el Gobierno decidiese la retirada de su proyecto- y en este punto la formación morada no descartaba ayer, "en estos momentos, ningún escenario en cuanto a posibles enmiendas". "No sabemos si serviría de algo dar a la FSA un mes más de margen", aseguraba ayer su portavoz parlamentario, Emilio León, que tras el fracaso de la negociación sitúa su propósito en utilizar todas las herramientas a su alcance "que logren evitar unos Presupuestos con más guiños a las políticas del PP que a las que defiende Podemos".

En el "no me chilles, que no te veo" de la política asturiana, PSOE y Podemos se reprochan a la vez mutuamente no tener intención real de conseguir un acuerdo. Los socialistas abren la baraja del diálogo mientras abogan por mantener de forma prioritaria el foco de la presión sobre los morados, habida cuenta de que han sido los interlocutores con los que más tiempo ha empleado el Gobierno en la discusión de su proyecto y reincidiendo en aquello que el portavoz del PSOE, Fernando Lastra, dijo al salir de la reunión del viernes, que "no nos han contestado a la pregunta de qué debe incluir y no incluye el Presupuesto".

A la contra con munición similar, Emilio León volvía a recordar ayer que "en cuatro horas de reunión, el Gobierno fue incapaz de responder a la sencilla pregunta de qué propuestas estaba dispuesto a incluir". El resultado final es el desencuentro como fruto de la vía exclusiva de la conversación con la izquierda y un Presupuesto que sólo contiene la versión socialista, al decir de sus representantes con algunos esfuerzos de aproximación a las demandas de sus interlocutores. Se sustancian éstos en varios frentes y particularmente en uno que ha sido el centro de algunas controversias, la elevación del mínimo exento del Impuesto de Sucesiones a 200.000 euros, algo que según la versión socialista podría acercarse a un lugar agradable a la vez para Podemos y el PP.

La formación morada valoraba ayer, sin embargo, que "el Ejecutivo socialista no ha mostrado intención alguna de asumir propuestas como aumentar la progresividad en el IRPF y parece querer dar un portazo a la bajada de impuestos para la mayoría de la población". Tampoco acepta, censura, "aumentar las partidas en innovación y ni siquiera concede el gesto de reducir el salario de sus altos cargos. Seguiremos insistiendo y defendiendo hasta el final medidas como esas, porque son positivas para los asturianos", remata León, que piensa que "en lugar de trabajar a destajo este fin de semana para incluirlas, da la sensación de que se han ido a celebrar su subida de sueldo del uno por ciento con el PP".