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Cerrar bares no impedirá el consumo de alcohol, replican los jóvenes a los hosteleros

El Conseyu de la Mocedá recuerda que la ley incluye multas de hasta 600 euros al menor que consuma bebidas alcohólicas, que pagarían los padres

Los jóvenes no creen que el cierre de los bares que venden alcohol a los menores de edad sea una solución, como ha planteado el presidente de la asociación de turismo de Asturias (Otea), José Luis Almeida. El Conseyu de la Mocedá de Xixón defiende la apertura de espacios de ocio sin alcohol y con wifi, y advierte de que la actual legislación contempla también multas para los menores que sean sorprendidos bebiendo bebidas alcohólicas, que pueden ser sustituidas por un taller formativo y de concienciación para ellos y para sus padres. Desde la organización juvenil, que tiene equipos de trabajo para evitar el consumo de drogas entre los jóvenes, plantearon una propuesta: que los hosteleros organicen una macrofiesta de nochevieja sin alcohol.

El presidente de Otea planteó que entre 14.000 negocios que se dedican al turismo, "unos pocos no pueden perjudicar a todos", y planteó que la Administración adopte la decisión de cerrar los locales en los que se vendan bebidas alcohólicas a los menores de edad.

Luis Javier Martínez, coordinador del grupo de salud e igualdad del Conseyu de la Mocedá de Xixón, aseguró que la medida planteada por Álvarez Almeida "es un parche a corto plazo" porque "está demostrado que las prohibiciones y los cierres no funcionan".

Según explicó, "si se cierra un local donde los menores van a consumir, es posible que el de al lado aproveche para captar esa clientela". Pero no sólo eso, sino que además se corre el riesgo de que los jóvenes adopten las mismas costumbres que en países del norte de Europa: alquilar locales para beber en privado. "Ya está pasando en Bilbao", afirmó Martínez.

El coordinador del grupo de salud e igualdad del Conseyu de la Mocedá de Xixón ha organizado y desarrollado numerosos programas y talleres de formación e información para explicar a los menores las graves consecuencias del consumo de drogas, entre ellas el alcohol.

"Entiendo que el presidente de Otea defiende que no paguen justos por pecadores, pero el problema es de educación. Sería interesante trabajar con los hosteleros de las zonas de ocio, con los camareros, con los porteros de los locales... Que ellos sirvan también en ese proceso de educación", señaló Luis Javier Martínez. En este sentido, incidió en que en esta labor tienen un papel fundamental los padres y los profesores. "Hay que trabajar en red".

Y aprovechar la legislación. El Principado tiene desde mayo de 2015 la Ley de atención integral en materia de drogas y bebidas alcohólicas, en la que se contemplan sanciones también para los menores que sean sorprendidos consumiendo bebidas alcohólicas. Las multas, que en el caso de infracción leve puede llegar a los 600 euros, se pueden sustituir por servicios a la comunidad y por la participación en intervenciones o programas socioeducativos. "En ambos casos afecta a los padres. En el primero, porque quienes pagan son los padres, al ser el infractor menor de edad. Y en el segundo, porque también tienen que acudir ellos unas horas a estos talleres formativos". Sin embargo, "no tenemos noticia de que haya sido sancionado aplicándole esta nueva ley", añadió Martínez.

Esa misma ley es la que contempla para los hosteleros que vendan alcohol a menores desde una sanción hasta el cierre temporal o definitivo del local, e incluso el decomiso de la mercancía en casos extremos.

Esa normativa, según el Conseyu de la Mocedá de Xixón, debería haber ido acompañada de alternativas que ofrecer a los jóvenes. "Se les dice que no beban, pero ven que es una costumbre arraigada en la sociedad. Se pide que se prohiba hacer 'botellón', pero ¿las terrazas de los bares no son un botellón disimulado? Es todo una hipocresía", afirmó Luis Javier Martínez.

"La solución es ofrecer ocio alternativo a los jóvenes, locales en los que se puedan reunir y disfrutar de las nuevas tecnologías, de conversar o de actividades deportivas", añadió. "El Principado debería trabajar en colaboración con las asociaciones juveniles para que las alternativas que hay ahora no sean caras. Por ejemplo, ayudar a que los precios de las entradas de cine sean más bajos. Que sean precios asequibles a los jóvenes con independencia de su poder adquisitivo, lo que no ocurre ahora".

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