Si hay un producto que destaca en la región, especialmente en el arranque de la época invernal, es el cerdo y sus derivados. Son varias las localidades que llevan a cabo la matanza, tradición centenaria en la que se sacrifica a los cerdos que han estado nutriendo y cuidando durante varios meses. Del animal, dicen, se aprovecha todo, hasta el morro y las manos. Chorizo, morcilla, salchichón, lomo, jamón, etcétera. Esta matanza se trata de una costumbre popular existente en diversos países europeos, generalizada desde tiempos remotos y realizada de forma artesanal, con diversas peculiaridades en función del lugar en que se celebra. Es una actividad que suele tener un lado festivo y de celebración, y otro económico, además de una faceta gastronómica que saben explotar bien en Llanera.

Diez establecimientos del concejo participan desde el pasado viernes, 2 de diciembre, en la VIII Edición de las Jornadas de la matanza. Una cita gastronómica puesta en marcha por la Junta Local de Hostelería de Llanera (Otea Llanera), en colaboración con el Ayuntamiento, y que se ha convertido en un evento consolidado que, año tras año, cosecha un enorme éxito y una excelente crítica por parte de los comensales. Este año se prolongarán hasta el jueves, día 8, por lo que serán las más largas de todas las que se han celebrado hasta la fecha.

El apetitoso menú especial que ofrecen para el "puente" de la Constitución está compuesto por pote asturiano, patatas rellenas de picadillo, callos caseros, adobo con patatas, postre de la casa y bebida -bodega tinto crianza-. Todo ello por 25 euros, un precio irresistible. Los restaurantes y sidrerías en los que se podrán degustar las delicias culinarias de la zona son asador La Miranda, bar-sidrería Mayte, sidrería-restaurante Peña Mea, restaurante Michem, sidrería-restaurante Blanco, sidrería La Llera, restaurante La Torre, sidrería-parrilla La Mundina, cafetería Crisol y sidrería Pondal.

Llanera, epicentro gastronómico. La Junta Local de Hostelería (Otea Llanera), que está presidida por Elena Blanco, es una asociación de varios establecimientos de restauración del concejo que decidieron unirse a la gran familia de Hostelería de Asturias hace más de siete años. Varias son las actividades que este colectivo desarrolla a lo largo del año, promoviendo diferentes eventos gastronómicos, así como en otras ocasiones colaboran y participan en otros cuya iniciativa parte del propio Ayuntamiento. Esta asociación trabaja a lo largo de todo el año con el firme propósito de incentivar y promocionar el turismo gastronómico del concejo. Hay que tener en cuenta que la oferta hostelera de Llanera es muy heterogénea. El concejo cuenta con un grupo de grandes establecimientos orientados a grandes eventos, tipo bodas y banquetes de empresa, junto con otros más pequeños, incluso hasta pequeñas empresas familiares, que se esfuerzan día a día para mantener y superar las expectativas de su clientela. Aun tratándose de tan variados tipos de negocio, estos hosteleros apuestan firmemente por el asociacionismo como vía de desarrollo para todos. Ese dicho de que "la unión hace la fuerza" lo tienen más que asimilado. El hecho de agruparse permite a este gremio "estar al día" de todo cuanto acontece en su sector de actividad. No sólo se dedican a organizar jornadas gastronómicas, también se pone especial empeño en aspectos tales como la mejora en la calidad de sus servicios, a la par de ofrecer al personal de estas empresas formación continua. Lo tienen todo para triunfar, y así lo están haciendo.