Un tren cargado de carbón que cubría la ruta Aboño-Ponferrada dentro del circuito Gijón-León descarriló ayer poco antes de las tres y media de la tarde cuando circulaba a la altura de la localidad lenense de Casorvida, en las primeras estribaciones del puerto Pajares. El eje delantero de la máquina se salió de los raíles ya dentro del segundo de los túneles que vertebran el paso del tendido ferroviario por el citado pueblo. La locomotora quedó incrustada entre los muros del paso subterráneo y, aunque los 16 vagones del convoy se mantuvieron alineados, el accidente dejó totalmente bloqueada la vía. Así, el tráfico ferroviario entre Asturias y la Meseta se vio interrumpido durante toda la tarde, concretamente hasta las 20.00 horas, cuando Renfe autorizó de nuevo el tránsito. En total, cerca de 500 viajeros se vieron afectados por el corte, llegando a sus destinos en autobús, con las pertinentes horas de retraso y trastornos.

Se trata del segundo descarrilamiento que ocurre este otoño en la vieja red ferroviaria de Pajares, de una única dirección, ya que el pasado 30 de septiembre el Alvia Barcelona-Gijón, con 78 pasajeros, se salió de la vía en el túnel del Lomo de Asno, en la zona alta del puerto. Sólo hubo una herida leve, pero quedó en entredicho la seguridad del vetusto trazado, debate que ahora se abre de nuevo. El accidente de ayer no dejó heridos ni provocó daños reseñables en la infraestructura ferroviaria. Lo que sí tuvo fue incidencia en el transporte de pasajeros, ya que el corte de la estratégica vía de montaña dejó durante cuatro horas y medias fuera de servicio la conexión ferroviaria con la Meseta. Según informó Adif, se vieron afectados los trenes Alvia Gijón-Castellón, Oropesa-Gijón, Madrid-Gijón, Gijón-Madrid y el servicio de media distancia que cubre la línea Gijón-Valladolid. El total de viajeros transbordados fue de 473. Renfe activó el plan de transporte alternativo por carretera. Los trenes que circulaban en dirección a Asturias retornaron hasta la estación de Busdongo, donde los viajeros fueron recogidos por autobuses para proseguir viaje hasta Gijón. En dirección contraria se siguió el mismo protocolo, con Pola de Lena como zona de intercambio de medio de transporte.

En el Alvia que llegaba al Principado desde Madrid viajaban alrededor de 150 personas, que al apearse en Busdongo provocaron una riada de gente con maletas y bolsas que no pasó desapercibida en el tranquilo pueblo leonés.

Entre los pasajeros se encontraba el experto en comunicación, ventas y marketing, Nacho Sandoval, que había previsto su llegada a Gijón para las tres y media, pero que se tuvo que conformar con llegar ya pasadas las siete. Y es que el tren ya iba con retraso por culpa de una pequeña avería: "Al menos la parada técnica nos ha permitido disfrutar de un bocata de cecina de Busdongo", apuntó con buen humor y resignación. Otros viajeros se mostraron más molestos: "Al final hemos perdido todo el día dando vuelta por Pajares".

Adif ha abierto una investigación para determinar las causas de accidente. "La verdad es que no recordamos ningún descarrilamiento anterior en el pueblo", señalaban ayer los vecinos, que durante toda la tarde asistieron a los trabajos para despejar la vía. Y es que el tren de mercancías Comsa Rail 88770 se quedó anclado en medio de travesía de la localidad, un tramo llano y bastante recto de unos 200 metros de longitud estructurado entre dos túneles.

La locomotora quedó descabalgada en el interior de uno de los pasos subterráneos, con los vagones de cola aún en el interior del otro. El primer paso para despejar la vía se produjo a las seis de la tarde, cuando una locomotora auxiliar logró retirar todos los vagones. El camión-taller movilizado aún tardó dos horas más en conseguir encarrilar la locomotora, permitiendo finalmente restablecer el servicio ferroviario entre la Meseta y Asturias.