El matemático y profesor emérito de la Autónoma de Madrid, Juan Luis Vázquez, acaba de incorporarse a la nómina de la excelencia científica en Europa. Con su ingreso reciente en la Academia Europea de Ciencias (EUROSAC), Vázquez suma a su larga trayectoria académica e investigadora, el reconocimiento de una de las asociaciones más importantes en el continente europeo para la promoción e impulso de la excelencia en Ciencia y Tecnología.

"Se trata de una sociedad científica de ámbito europeo que tiene como actividades dar premios y hacer reuniones anuales, así como preparar informes sobre política científica para gobiernos e instituciones", aseguró ayer a este periódico el matemático. Reconoció que la Academia "elige sus miembros entre personas con una buena trayectoria" y que su incorporación la considera como "una especie de galardón honorífico de ámbito europeo". "Es para mí un gran honor", afirmó. Vázquez es un firme defensor de los jóvenes talentos científicos, pero no a cualquier precio. Ya en una de sus intervenciones recientes en Asturias recordaba que entre las cinco condiciones para que funcione el sistema científico de los países punteros o el de universidades como Princeton o Cambridge, se incluyen: personal, financiación, talento, concentración en las cosas importantes y respeto por el liderazgo.

Con su ingreso en la Academia Europea de Ciencias -una asociación internacional totalmente independiente de reconocidos académicos -, se avanza en el objetivo de reforzar la cooperación científica de este órgano utilizando la experiencia de sus miembros para asesorar a otros organismos europeos en la mejora de la investigación, la aplicación tecnológica y el desarrollo social europeos.

El matemático asturiano, mitad ovetense de Las Segadas y mitad quirosano recibía a finales del año pasado en la Universidad de Oviedo los atributos que le reconocen como doctor honoris causa. En ese acto, rodeado de amigos, familiares y colegas de profesión, dijo sentirse miembro del "Club de la Buena Estrella Matemática" en el sentido de haber profesado "un amor constante" por la ciencia matemática que había sido correspondido, a su modo de ver, "de forma extremadamente generosa". En sus 40 años de dedicación a la "melodía continua" de esta ciencia y "amiga fiel", Vázquez dijo haber sentido una profunda admiración por aquellos que han encontrado en la investigación matemática "un razonamiento justo y fiable".

El matemático asturiano se trasladó a Madrid en 1964 para cursar estudios de Ingeniería de Telecomunicación, primero, y después de Matemáticas, donde dijo haber superado como principal examen el de la "independencia intelectual", requisito a su juicio, fundamental para llegar a ser un buen científico.