La reciente visita de Abdou a su tierra natal, la segunda desde que vino a España, ha servido para que, junto a la ayuda de su tío, pusiese en marcha el proyecto de un centro de formación que combine educación y fútbol, siguiendo el ejemplo y el espíritu de Mareo. En su estancia de tres mes en Zinguichor, además de muchos trámites, llevó a cabo una selección de los primeros 100 niños que disfrutarán del proyecto así como la elección de los entrenadores que se harán cargo de la tutela y aprendizaje de los incipientes futbolistas. Ahora, de vuelta en Gijón, el joven profesor y deportista iniciará la dura tarea de lograr ayudas y financiación para materializar tan generosa idea.