San Julián de los Prados es una pieza única dentro del contexto altomedieval europeo, tanto por sus pinturas como a nivel constructivo. Pero ese modelo arquitectónico no surge por generación espontánea, sino que recoge toda una rica tradición previa. Isabel Ruiz de la Peña, profesora titular de Historia del Arte y Directora del Área de Difusión y Promoción de la Investigación de la Universidad de Oviedo, bucea en esa tradición.

-Siempre lo destacamos, pero una vez más: ¿cuál es la importancia de Santullano?

-Es, probablemente, el edificio altomedieval más importante de la Península Ibérica, y uno de los más importantes de Europa. Por cuestiones constructivas y, lógicamente, por el ciclo pictórico del siglo IX que alberga en su interior, en unas condiciones, digamos, bastante completas. No hay nada parecido en toda Europa de esta época: es un "unicum".

-En sus aspectos constructivos, Santullano será un modelo a seguir. Pero, ¿de dónde viene ese modelo?

-Yo estoy en la órbita de Isidro Bango Torviso: creo que es un edificio tardoantiguo y que el modelo claro es el modelo visigodo, hispano-romano. Lo que pasa es que tiene una singularidad, que es el tamaño: el arte visigodo tiene una escala menor. Pero constructivamente hablando, en cuanto a los materiales y en cuanto al tipo constructivo, es un edificio anclado al mundo visigodo. En ese sentido, creo que se aleja de los modelos carolingios, de los que en algunos momentos se habló bastante.

-Las dimensiones se pueden explicar porque fue promovida por el rey Alfonso II. Pero siendo una sede extramuros son llamativas...

-La promoción áulica es fundamental para entender el templo, aunque tenemos que tener en cuenta que en Santullano nos falta el edificio civil. Pero, efectivamente, llama la atención que sea un edificio de esas dimensiones. A mí me gustaría saber cómo eran esos edificios civiles, en relación a ese edificio religioso. Es algo que no tenemos claro.

-Se supone que estarían debajo de la Autovía y la Fábrica de armas, ¿no?

-Sí, sí, en toda esa zona del contexto urbano de Santullano. Hay que hacer una excavación en condiciones, que es lo que yo creo que le hace falta a Santullano, que lo vale. Pero claro, los problemas del acceso de la autopista lo impidieron en su momento, y sigue impidiendo conocer el alcance de ese conjunto palatino. Queda mucho por descubrir.

-Otro perjuicio más de la autopista...

-Es un desastre absoluto. Una herencia tremebunda del Franquismo. Estamos en un punto muerto que, como sigamos así, adiós pinturas. Tú estás explicando dentro de Santullano y estás sintiendo las vibraciones. Es impactante. Y luego está el impacto visual: si ves una fotografía aérea es alucinante lo que se hizo en ese lugar. La solución más adecuada es la del desvío de la autopista, y cuanto antes mejor. Es una muy mala imagen para nuestro patrimonio.

-Especialmente teniendo en cuenta que es quizás la pieza maestra...

-Es Patrimonio de la Humanidad, no lo olvidemos. Pero esas calificaciones se dan y se pueden quitar. Es un tema muy complejo pero muy importante, porque es la obra más relevante que tenemos ahora mismo en nuestro patrimonio. Yo soy medievalista, obviamente, pero la envergadura de Santullano es universal: es la obra que tenemos de escaparate. Lo he dicho en varias ocasiones: el Prerrománico tendría que estar dándonos mucho dinero. Nunca hablamos de rentabilidad, pero quizás debamos hacerlo, siempre desde el prisma de que ese dinero se reinvierta después en el patrimonio. En otros países lo hubieran estado trabajando y explotando de otra manera, y aquí en Asturias no lo hacemos bien.

-Para un inmueble que lo hace, que es la Catedral de Oviedo, ha centrado una gran controversia...

-Con la tarjeta son ocho euros al año, no me parece exagerado. Siempre que sea para mantener el patrimonio me parece bien. Si nos atenemos al precio, es mucho lo que te ofrecen: sólo hay que mirar lo que cuesta ir al cine. Es una cuestión de mentalidad. Y en lo referente al uso, yo creo que Santullano tiene que seguir dedicado al culto, porque además se trata de una iglesia del monarca que pasó a ser parroquia, y eso es algo precioso. El deterioro de Santullano no se debe al culto, se debe a la autopista.