Un brindis en grupo, que es la mejor forma de celebrar el 80.º aniversario de LA NUEVA ESPAÑA. En Oviedo, sede central del periódico, pero también en las redacciones de Gijón, Avilés, Langreo y Mieres, y en la rotativa de nuestro diario en el polígono de Silvota, en Llanera. Separados físicamente en algún caso por imperativo profesional (la información, cuando es veraz y contrastada, no admite demoras), pero juntos en el espíritu alrededor de una cabecera que es parte fundamental de la historia contemporánea de Asturias y que quienes trabajan en ella sienten como propia. Así concluyó la conmemoración de los 80 años del periódico iniciada el viernes con la presentación de la recreación virtual de las pinturas de Santullano en un abarrotado Club Prensa Asturiana, donde Javier Moll, presidente de Prensa Ibérica, grupo al que pertenece LA NUEVA ESPAÑA, destacó la sintonía y el compromiso del diario con Asturias.

Todas y todos los que asumen el reto de la actualidad en LA NUEVA ESPAÑA y la gestión de una empresa moderna que recorre con confianza los nuevos escenarios del siglo XXI se reunieron ayer como colofón a una jornada llena de significado. Por la mañana los lectores se encontraron con una publicación especial, plagada de contenido, en la que 80 asturianos desgranan 80 ideas de futuro para hacer crecer una tierra que se lo merece con creces. La recepción entre los lectores fue entusiasta. Calidad y hondura en beneficio de la región.

A las siete de la tarde, los trabajadores y colaboradores de LA NUEVA ESPAÑA hicieron un alto periodístico en el camino para reunirse en torno al documental que lleva por título "Santullano, un viaje digital al siglo IX", estrenado el viernes en el Club Prensa Asturiana. Los aplausos cerrados de ese día se reprodujeron ayer entre compañeros.

Cumplir 80 años como la octava cabecera de información general del país es una responsabilidad. LA NUEVA ESPAÑA cuenta, además, como indicó el viernes Javier Moll en el acto central de la celebración, con unos lectores con "un elevado nivel de exigencia que nos obliga a la excelencia periodística".

El editor recordó que la integración del rotativo en Prensa Ibérica, uno de los grupos periodísticos más importantes de España, supuso un cambio radical, pero "los cambios y mejoras" no cesan, prueba de ello es la "excelente" sede del Club Prensa Asturiana, reinaugurada el pasado marzo, y proseguirán inmersos ya en la transición al paradigma digital, que "nos obliga a asumir los retos del futuro con valentía y determinación". Así, la Redacción central será objeto de remodelación para adaptarse a las exigencias de un medio multiplataforma.

El presidente de Prensa Ibérica sostuvo que "un periódico independiente, serio, riguroso, ordenado, cosmopolita, valiente y plural como es LA NUEVA ESPAÑA resulta más necesario que nunca" ante la avalancha de información que le llega diariamente al ciudadano.