La sección tercera de la Audiencia Provincial ha impuesto nueve años de cárcel, la pena solicitada por el fiscal, al vecino de Gijón José Manuel M. M., de 45 años, por agredir sexualmente a una vecina de 56 de una aldea de Piloña, a la que asaltó en su casa el 3 de mayo del año pasado, tras pedirle un vaso de agua. "Nunca pensé que fuera a hacerme eso, si me hubiese resistido más quizá estaría muerta, pudo ser peor", dijo la mujer el día del juicio. Y es que el acusado fue condenado en 1993 a 18 años de prisión por el homicidio de un camarero en el pub Mercury de Gijón, al que mató de una puñalada. Luego, en 2009, fue condenado a cuatro años y medio de prisión por un robo con violencia.

La defensa de acusado, a cargo de la letrada Orfelina Moradiellos, adujo en el juicio que todo eran maquinaciones de la víctima, de la que destacó su "perfil psicótico", que puede afectar a su juicio, según el informe de uno de los psicólogos. También aludió a las contradicciones de los informes biológicos. Tras conocer la sentencia, la letrada anunció que recurrirá la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias.

El fiscal Alejandro Cabaleiro, que pedía inicialmente ocho años de cárcel, decidió elevar su solicitud a nueve, tras escuchar el testimonio de la víctima y a la vista de un informe bilógico que apunta a la existencia de restos del acusado. En el juicio testificó una vecina de 76 años de la víctima, a la que prestó ayuda tras el ataque. La mujer no vio al acusado, que se escondió tras una higuera, pero si corroboró el estado de nerviosismo de la víctima, que llegó a su casa llorando y temblando. El hombre acudió a la casa de la víctima a pedir un vaso de agua. Estuvo contándole que estaba en casa de sus abuelos, que había estado trabajando en la construcción por fuera de Asturias y que tenía una paga. Luego le pidió que le dejase entrar en la casa a tomar un café y le diese un beso, a lo que la mujer se negó. Cerró la portilla inferior del acceso a la vivienda, pero el hombre se coló por la superior y logró abrir la puerta. La mujer salió corriendo, pero el hombre le dio alcance, le dio una zancadilla y cayó sobre ella. La mujer presentaba lesiones en las rodillas y una leve en la zona genital. Madre de un joven ya crecido, la mujer aseguró el día del juicio que había que " seguir adelante".