Roberto Morales, delegado territorial de Loterías y Apuestas del Estado, cree que la región ha sido muy bien tratada por el sorteo de Navidad y no descarta la posibilidad de que hoy mismo vuelva a ser agraciada por la suerte, como en las 13 ocasiones anteriores en que cayó el Gordo.
-¿Cuánto gasto han consignado los asturianos en Lotería este año?
-Asturias vuelve a ser un año más una de las comunidades donde más se juega a la Lotería de Navidad. La media es de 90,67 euros por asturiano. Además, en los últimos años se repartían 160 series de cada número y ahora se incrementa en cinco más para que todo el mundo tenga más números disponibles del que buscan.
-¿Cuáles son los números más demandados?
-El 5 o el 6 son los más pedidos pero luego puede salir cualquier otro número. En el bombo están los 100.000 del sorteo. La gente suele pedir números relacionados con las composiciones de las edades de sus hijos pero hay de todo. Antes era difícil lograrlo, ahora la ventaja es que pueden investigar en qué administración se vende un determinado número y pueden adquirir el décimo clásico preimpreso en el punto de venta o que te lo dé la máquina a partir de las preferencias personales y consultando las series disponibles. Un programa informático permite concretar desde el punto de venta donde está consignado el número que uno quiere y brindárselo al cliente.
-¿Es Asturias una comunidad especialmente agraciada por la suerte?
-Se ve todos los años que hay muchos premios. En los últimos sorteos de Navidad hemos estado dando premios sin parar, lo cual es significativo para una comunidad con un millón de habitantes habida cuenta de que existen capitales de provincia que nunca repartieron un premio. Aquí en Asturias ha caído el Gordo en 13 ocasiones, en 2013, en 2012, en 2007 que cayeron 360 millones... Estamos hablando de unas cantidades tremendas.
-¿Cómo ha sido este año en ventas?
-Ha sido un buen año para los juegos. Tuvimos un premio único en la Unión Europea del Euromillón y hemos tenido premios constantes. En términos generales ha sido un ejercicio muy positivo para esta delegación. Para este sorteo se han consignado en Asturias 95,3 millones de euros en décimos, 1,4 millones más que el pasado año. Ya desde el año anterior se apreciaba una tendencia ascendente. En los puntos de venta se respira una mayor alegría. Se nota también que se cobran más sueldos.
-¿Y los apostantes realizan ahora más gasto?
-Se nota que la gente está contenta y este fue un verano espectacular. El tiempo ayudó a que hubiera más turismo en general en toda España y aquí en Asturias también y cuando tienes esas buenas temperaturas la gente viaja más y se anima a comprar lotería en los destinos a dónde van no sé si pensando que va a tocar antes que su localidad de residencia pero lo que está claro es que la bonanza turística nos beneficia claramente.
-¿Existe alguna zona especialmente agraciada por esa mejor disposición de los compradores?
-Hemos visto colas en los puntos de venta en algunas zonas costeras pero también en Oviedo o en Gijón. El turismo se nota y en la Lotería también aunque también es verdad que éste, ya de por sí, es un sorteo muy bonito.
-¿Qué tiene de especial el sorteo de Navidad?
-Se impone el espíritu de compartir. Quienes compran lotería lo hacen para compartirla con amigos y familiares y compramos ya con unos cuantos sueños hechos. Para hacerse millonario uno juega al Euromillón. El sorteo de Navidad es más para regalar a los seres queridos, juntarse con las personas que no vemos habitualmente y si tienes un décimo lo compartes con ellas.
-¿Qué sensaciones hay en los puntos de venta?
-Para los loteros el objetivo máximo es llegar a vender un Gordo o un tercer premio íntegro. Sus clientes son, en un 80%, la gente más próxima, los de su barrio, y su mayor ilusión es darles una alegría y poder ayudarles en su situación económica. Esa es nuestra mayor satisfacción. Al final no es el dinero que pusiste o lo que haya gastado la gente sino el hecho de poder acabar con la cruz de una hipoteca o la oportunidad que da un determinado premio de poder ayudar a un hijo. Hay tantas circunstancias que se pueden resolver con poco dinero...
-Mójese, ¿habrá Gordo en Asturias?
-Creo que os vamos a hacer trabajar mucho en el sentido de que vamos a repartir muchos premios. Mirando lo de 2015 podemos decir que no fueron grandes cantidades pero sí estuvo muy repartido: dimos un tercero en seis sitios, un cuarto premio en Oviedo, seis o siete quintos premios... siempre tenemos algo. Ya en 2013 dimos el Gordo, y en 2007 pero es que en 2012 se vendieron en Asturias 12 décimos del Gordo y en 2006 se repartieron terceros premios en Avilés y Oviedo por 90 millones de euros. Constantemente hemos venido dando premios. Ahora bien aspiramos a que caiga el Gordo y que esa felicidad se reparta.
-¿Hasta qué punto ha tenido influencia el anuncio rodado en Asturias?
-En Villaviciosa se agotó todo y aunque al principio las filmaciones eran todo un secreto el hecho de ver localidades como Tazones, Lastres, la propia Villaviciosa y alguna del Oriente como Llanes siempre hace que se animen las ventas. Ocurrió hace años en que se utilizaron también unas imágenes grabadas en el Fontán para el anuncio de Lotería. Cuando figura algún espacio próximo ayuda a potenciar el sorteo. Se vende muy bien todo lo que le toque de cerca a Asturias. También hay mucha gente que colecciona décimos con números raros o con imágenes de capillas. El décimo es un vehículo cultural tremendo como lo fueron los sellos en su momento que sirve para difundir la cultura de nuestro país. A mí, personalmente, me gustaría que saliera una imagen del Santo Sudario en algún décimo de Navidad. Es algo que ayuda mucho a potenciar tu provincia.
-¿Las nuevas tecnologías dejan a un lado el mito de las administraciones emblemáticas de la lotería?
-Este sorteo es muy tradicional y a la gente le sigue gustando tener el décimo impreso en la cartera. Ahora, además, puedes llevar varios números en el mismo recibo que lo hacen más cómodo. Los sistemas informáticos lo facilitan y la gente joven hace uso de ellos pero los de mediana edad están más acostumbrados al décimo en papel, forma parte de la tradición del sorteo.
